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miércoles, 24 de agosto de 2016

Las Abejas "reprimen mas a todos los que estan defendiendo los derechos del trabajo, la justicia, la vida y la paz"

Este mes de agosto se cumplen 7 años con 10 días de que la llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó liberar a los paramilitares que participaron directamente en la masacre de Acteal.

                                                             
                                                  Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal,
         Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal,
         Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

                                 A 22 de agosto del 2016.






A las Organizaciones Sociales y Políticas
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios de Comunicación Alternativos
A la Prensa Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A las Juntas de Buen Gobierno
Al Congreso Nacional Indígena (CNI)
A la Opinión Pública:

Hermanas y hermanos:
Hoy 22 de agosto se cumplen 18 años con 8 meses de la masacre ocurrida en esta comunidad de Acteal en plena luz del día. Y también en este mes de agosto se cumplen 7 años con 10 días de que la llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó liberar a los paramilitares que participaron directamente en la masacre de Acteal.
foto Área de comunicación de las abejas 


Se dice que la SCJN es la máxima autoridad de la justicia en nuestro país, pero nosotros como mexicanos no confiamos ni en la Suprema Corte ni en otras autoridades de la justicia, porque ellos aplican la ley totalmente al revés:




A los criminales los declaran inocentes como han hecho con los autores materiales e intelectuales de la Masacre de Acteal y a los inocentes los castigan como si fueran criminales.

 El último ejemplo de esto es el de los maestros que protestaban contra la reforma educativa que fueron arrestados y tratados como delincuentes.

 Todos los grupos criminales los dejan en total impunidad. Pero reprimen más a todos los que están defendiendo los derechos del trabajo, la justicia, la vida, y la paz.

Parece que esa es la única ley que realmente se cumple en nuestro país: la ley de aplicar la justicia al revés. Esa es la ley de la impunidad que es la enfermedad más grande que sufre nuestro país, desde Acteal hasta Ayotzinapa, más otros casos que se siguen acumulando: Tlatlaya, Apatzingán, Nochistlán y últimamente en la Col. Puebla de nuestro municipio de Chenalhó. 
foto Área de comunicación de las abejas

Ahora se pelean entre priístas y verdes, pero en realidad son los mismos paramilitares de 1997, los mismos que en 2013 provocaron el desplazamiento forzado de 17 familias católicas y que ahora se pelean entre sí por la presidencia, volviendo a traer la violencia, la muerte y el desplazamiento forzado a nuestro municipio. Verdes o rojos por fuera pero por dentro la misma violencia y la misma impunidad.

Desde esta Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal enviamos un saludo solidario a quienes participan el día de hoy en la mega marcha del magisterio que se llevará a cabo en Tuxtla Gutiérrez.

Sabemos que los maestros están pidiendo la abrogación total de la reforma educativa, pero sabemos también que la reforma educativa no va sola; sabemos que es parte del mismo paquete de reformas estructurales, que está tratando de imponer el gobierno de Peña Nieto a todo el pueblo de México.

 Lo principal de esas reformas es la entrega de las riquezas del país a las empresas trasnacionales y las demás reformas son para ayudar al gobierno a lograrlo.

 Quieren imponernos una educación domesticadora, como dijo el papa Francisco, para que el pueblo acepte tranquilamente y sin protestar las políticas del gobierno. Y las otras reformas, como las de seguridad pública y de telecomunicaciones son para darle al gobierno más medio para controlar y reprimir a los que sigamos protestando.

Compañeras y compañeros: debemos estar conscientes y despiertos ante todos los actos de los malos gobernantes porque ellos solo tratan de destruir y traicionar nuestra patria; tal vez  piensa  que el pueblo es ignorante pero todos tenemos la capacidad de defendernos.

foto Área de comunicación de las abejas
No habrá más superior ni inferior en esta tierra; todos estamos sujetos ante la Constitución; todos tenemos que presentar nuestra obra delante del Creador. Ahora es tiempo de atender la demanda del pueblo porque la soberanía está en el pueblo. Vale la pena buscar una alternativa por la vía pacífica para establecer un país más digno, más justo y más democrático.



Hermanas y hermanos: les convocamos nuevamente a asumir una lucha pacíficaseamos despiertos en todo momento. Nuestros hermanos zapatistas han hablado de la Hidra Capitalista, pero nosotros lo vemos que ese gran animal es como profetizaron en tiempos anteriores, la Bestia del Apocalipsis,: porque compra la conciencia de muchos y no deja comprar ni vender más que sólo a  los que tengan la marca de la Bestia.  Esto ya está muy próximo y presente.

Compañeras y compañeros: Acteal ha sido un sitio de conciencia y desde aquí no hemos dejado de revelar toda la impunidad que existe en toda nuestra nación. Nuestros mártires de Acteal nos dejaron marcado un ejemplo aunque algunos grupos de personas utilizan este nombre para buscar otros beneficios.
 Pero no se puede traicionar la sangre de los mártires que no tiene precio. Ellos sacrificaron su vida por la paz con justicia y dignidad.

Por eso hermanos y hermanas reciban este mensaje a nombre de nuestra organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal: ¡Que la paz esté con cada uno de ustedes!

Acteal Sitio de Conciencia y Casa de la Memoria y de la Esperanza

                                                       ATENTAMENTE
                   La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

        C. Sebastián Pérez Vázquez.                       C. José Ramón Vázquez Entzin.


                C. Juan Pérez Gómez.                           C. Mariano Jiménez Gutiérrez.     
                                   



                                                   C. Vicente Sánchez Ordóñez.






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