sábado, 21 de abril de 2012

BoCa En BoCa #20 -English-


Boca en Boca [“by word of mouth”] is an independent news sheet that aims
to spread news of what is happening in the organized communities of
Chiapas. It aims to oppose the strategy of the government and generate
solidarity among the people by providing summaries and extracts from the
communities’ news releases.
BoCa En BoCa #20 Greetings to all those who continue to look at the hopes of the people of Chiapas, Let's keep spreading the word of the organized peoples, those without voices, throughout the world. It can be found him in Spanish, English, Italian, Portuguese, French and Tzotzil (Chiapas Mayan dialect), for a more open distribution of this news sheet. We invite you to follow Kolectivo BoKa En BoKa on our Facebook page. In number 20 of this magazine, we mark International Women’s Day, but also: - The peoples of the Montes Azules Biosphere Reserve organizing themselves against increasing attempts at evictions, - The National Liberation Front for Socialism (FNLS) denouncing the vicious effects of the crisis and government repression, - The sit-in, along with a hunger strike by the Centre of Campesino and Popular Organizations (COCYP Chiapas), for the freedom of their political prisoners,
- The solidarity of the prisoners in Chiapas with the political prisoner Alberto Patishtan, still detained in Sinaloa,
- The dignified struggle for territory and natural resources of Val di Suza, Italy

And more ...

We invite you to support us in spreading the just word of Chiapas, Mexico.

We remind you that you can have direct access to links for more information on the news items via the .pdf format.

If you need the magazine in another language, or can offer translation into any language email us!
Greetings and resistances
Kolectivo De BoKa En BoKa
bocaenboca@riseup.net

viernes, 20 de abril de 2012

Action "Une Carte pour Rompre l'Isolement": Alberto Patishtan


Action "Une Carte pour Rompre l'Isolement"

Compagnons, Compagnes,

Ce 19 avril 2012, le Professeur Alberto Patishtan va fêter 41 années de vie, mais aussi 12 ans en prison.

Pour fêter son anniversaire, et pour continuer à montrer notre solidarité en exigeant la liberté de ce prisonnier politique, dans le cadre de la campagne Nationale et Internationale, l'association Espoir Chiapas / Esperanza Chiapas de France, le Collectif Ik d'Espagne, et le Centre des Droits de l'Homme Fray Bartolomé de Las Casas du Mexique, vous invitons à vous joindre à l'action solidaire:





"Une carte pour Rompre l'Isolement"

Cette action a pour objectif de rompre l'isolement, de donner des forces au Professeur Alberto Patishtan pour supporter son emprisonnement injuste dans la prison fédéral de Sécurité maximum à Sinaloa, à plus de 2000 kilomètres de sa famille, et pour montrer notre solidarité, que le prof. n'est pas seul!

Nous vous demandons la faveur de lui écrire une carte, à la main, et de l'envoyer à

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SR. ALBERTO PATISHTÁN GÓMEZ
NÚMERO DE EXPEDIENTE 384
CEFERESO NO. 8 NORPONIENTE,
CALLE 300 KM. 3.5 ENTRE CANAL 25 Y 27 PREDIO JESUS MARIA
EJIDO LA CHUPARROSA,
MUNICIPIO GUASAVE SINALOA, C. P. 81162.
MÉXICO
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Ps: Les cartes devront être écrites à la main. Ne pas mettre de photos, d'images, autocollants, dessins ou objets.

Vous pouvez envoyer une carte (scannée) a presoschiapas@gmail.com et solidaridad@frayba.com.mx et si vous pouvez nous indiquer si nous pouvons diffsuer votre carte dans différents sites. Un grand merci.

Vous pourrez ainsi trouver la carte que a déjà été envoyer pour cette journée si symbolique, de la part du Mouvement Suédois pour la Réconciliation (Swefor) et d'Espoir Chiapas.


Pour plus d'information sur le cas d'Alberto Patishtan Gomez vous pouvez visiter les sites suivants:
http://espoirchiapas.blogspot.com 
http://albertopatishtan.blogspot.mx
http://solidaridadchiapas.wordpress.com
http://chiapasdenuncia.blogspot.com



Colectivo Ik, Espagne
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Mexique
Asociación Espoir Chiapas/ Esperanza Chiapas, France


Teologia de la liberacion, entrevista con Enrique Dussel


Jornadas Teológicas Norte: Entrevista con Enrique Dussel

Ermanno Allegri
Director de ADITAL
Adital

Durante la Jornada Teológica de la Región Norte, realizada del 5 al 8 de octubre, en Ciudad México, con la participación de representantes de la Teología de la Liberación, especialmente mexicanos e hispanos de los Estados Unidos y Canadá, Adital conversó con Enrique Dussel, filósofo, teólogo y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM. En la entrevista, fueron abordados temas como la Teología de la Liberación y las nuevas corrientes de pensamiento que merecen atención en la producción teológica, la onda de manifestaciones de los Indignados de Grecia, España, Estados Unidos y de los estudiantes chilenos y; también sobre el libro El Pensamiento Filosófico Latinoamericano, del Caribe y ‘Latino': de 1300 a 2000.
Lea la entrevista.










ADITAL: ¿Qué hechos y qué pensamientos nuevos merecen hoy la atención en la producción teológica, sobre todo en lo que se refiere a la Teología de la Liberación y las teologías que nacieron de ella?

Enrique Dussel: Algunos creen que la Teología de la Liberación terminó porque fue muy criticada dentro de las iglesias, la católica en especial, el Vaticano. Muchos obispos fueron nombrados para condenar a esa Teología; pero lo que sucede es que esa Teología de la Liberación es la única nacida en América Latina y responde a nuestra realidad, de tal manera que, cualquier persona que quiera estudiar teología, cuando lee las obras teológicas europeas entiende que es una teología dogmática, abstracta y cree que eso es la teología. Pero cuando lee la Teología de la Liberación Latinoamericana se da cuenta que es una teología que está ligada a nuestra realidad y que está explicando las contradicciones de nuestra cultura. Es una diferencia abismal; por eso es que es la única latinoamericana y ha sido muy perseguida, pero necesariamente va a tener que resurgir. Las teologías del futuro se van a tener que referir a ella, además, como lo has dicho, hay muchas teologías nuevas: la teología indígena, la teología afroamericana, la teología feminista, pero todas estas, son como una prolongación de la Teología de la Liberación. Ésta fue una teología fundamental que debía ser desarrollada diferentemente y eso es lo que está ocurriendo. Es decir, que la teología feminista es una teología de la liberación y así también las otras. Yo la veo muy presente. Ahora, lo que sí habría que exigir a los jóvenes, a las nuevas generaciones, es que se instrumenten de categorías filosóficas, sociológicas, antropológicas, psicoanalíticas; las más importantes, las más críticas y actuales y piensen la teología a partir de eso y no simplemente que piensen la teología desde la teología. Inclusive desde la Teología de la Liberación, pues se hace repetitiva. La Teología de la Liberación fue la fe cristiana de gente que sabía teología, pero que tenía ciencias sociales y tenía una práctica con la gente, y entonces inventaba al hablar de teología, planteaba nuevos temas y proponía nuevas soluciones. Y por eso era tan original. Lo que le está faltando ahora es volver a esa originalidad, porque muchos repiten la Teología de la Liberación y ese no es el tema. O también hacen un comentario de las obras europeas inclusive las progresistas, pero que están muy lejos de la Teología de la Liberación. Aún la Teología política europea no es lo que nosotros necesitamos.



ADITAL: Estamos viviendo un cambio de época y hay valores que están desapareciendo para dejar espacio a nuevos valores. ¿Qué enfoques en la Teología de la Liberación y en el trabajo que hacemos como cristianos deben ser desarrollados para construir la nueva historia?

ED: El movimiento de liberación surgió en todos los movimientos que se produjeron al final de los años 60' y, políticamente, realmente fue la Revolución Cubana la que movilizó la estructura de la política latinoamericana, porque era una revolución muy temida por Estados Unidos, que hizo entonces que se moviera todo el campo político. Culminó en los movimientos del 68, que no fue sólo un movimiento estudiantil en París o en Berlín; sino que también ocurrió en México, en Tlatelolco; en Argentina, en el Cordobazo y en América Latina. El 68 tuvo mucha importancia, pero también fue un momento teórico porque hubo una nueva Filosofía; sobre todo la Escuela de Frankfurt marcó o se empezó a conocer a Franz Borgan. Entonces fue un movimiento de gran creatividad teórica, creatividad práctica, compromiso de los cristianos en los movimientos políticos. Era necesario dar una nueva explicación de cómo comprometerse. Muchos, con la atracción del marxismo, perdían su fe o entonces había que dar una nueva explicación para que la fe siguiera funcionando como generativa de la política y no se perdiera en el compromiso. Eso lo logró plenamente la Teología de la Liberación; hizo que toda una generación de jóvenes no sólo no perdiera su fe, sino que fueron la vanguardia de un proceso de cambio en América Latina, que culminó con la Revolución Sandinista que fue empujada casi por cristianos. En Chile, también la presencia de los cristianos, y de allí en adelante la presencia siempre de cristianos, porque ya sabían cómo ligar los cambios históricos con una Teología Renovada. Eso era, para los grupos conservadores, para las estructuras más jerárquicas de la Iglesia, algo muy crítico, y no lo aceptaron. Así, después del Gran Concilio que abrió las puertas (en realidad al Concilio como no le interesaba mucho el Derecho Canónico, ni las instituciones vaticanas porque no le daban importancia, pues no las cambió), esas instituciones romanas y ese Derecho Canónico retomó el poder en la Iglesia y el profetismo del Concilio empezó a quedar atrás como en la actualidad, y claro, todo eso produce un cambio completo.
Pero de todas maneras hoy es necesario volver a la Teología pero desde el horizonte de los nuevos pensadores; es necesario darse cuenta quiénes son los grandes filósofos, sociólogos que pueden darnos, a la Teología, una nueva visión. Y al mismo tiempo, en la actualidad, el sistema capitalista, especialmente el sistema financiero, está en una crisis espantosa; pero, también sincrónicamente, empieza a hacer algo que nunca había hecho en la historia del liberalismo y del capitalismo: explotar al Estado Nacional, es decir, el capital financiero que en ultima instancia, son los bancos y la bolsa, está acostumbrándose a hacer negocios con los Estados. Los capitalistas roban su dinero, guardan su dinero en los bancos, se declaran en quiebra y piden ser rescatados por el Estado, y ése es un negocio fantástico. Los Estados por ahora no saben cómo funciona el sistema y los están ayudando para que no entre en derrumbe el sistema bancario. Pero se va a llegar un día en que el sistema bancario se va a tener que nacionalizar, y se acabará toda la propiedad privada del capital financiero porque está estafando a los Estados, y eso produce que los pueblos se empiecen a levantar. Entonces las conmociones en Grecia y el Movimiento de los Indignados nos vuelven a hacer pensar que estamos en el 68.
Es esto una gran oportunidad para una gran Teología y también estamos viviendo un cambio de época fundamental.



ADITAL: En ese momento de cambio de época hubo un acontecimiento fundamental para la historia de la filosofía: fue lanzado acá en México el libro El Pensamiento Filosófico Latinoamericano, del Caribe y ‘Latino': de 1300 y hasta 2000.Usted, Enrique Dussel, con Eduardo Mendieta y Carmen Bohórquez, articularon esa obra, un volumen de más de mil páginas. ¿Puede explicar el sentido novedoso y revolucionario de esa obra?

ED: Por supuesto. Esta obra, pienso que es la culminación de un proceso de un siglo, que empieza en 1910 con la Revolución Mexicana y el comenzar a pensar muy rápido, si hay o no hay y cómo debe haber una filosofía latinoamericana. Pero desde allí se empezó a estudiar nuestra historia y surgió lo que yo llamaría la Filosofía Latinoamericana, con Francisco Romero en Argentina, con Leopoldo Zea en México y grandes autores que estudiaron la historia del pensamiento filosófico, pero que todavía no hablaron, propiamente dicho, de una filosofía latinoamericana que planteara preguntas y que respondiera de una manera original, de tal manera que se posicionara dentro de la discusión filosófica mundial con una postura distinta. Yo creo que la primera filosofía que hace esto, explícitamente, es la Filosofía de la Liberación. Que no es sólo una historia de la Filosofía Latinoamericana sino una Filosofía que tiene conciencia de ser distinta de la europea y americana, y que tiene preguntas distintas, respuestas distintas y metodología distinta. Ahora, ese movimiento original de Filosofía de Liberación necesita, como uno de sus momentos, reconstruir la historia de esa opción que es una opción que dice "hay que pensar desde América Latina; pero hay que pensar desde los oprimidos de América Latina”.
Esa no sería la perspectiva de la mayoría de los filósofos, sino que sería de la minoría. Por eso es que esta obra, en cierto sentido, es una negociación política con todas las corrientes filosóficas, donde autores prestigiados de las distintas corrientes (y son 18 corrientes) fueron parte de esta obra que no es una historia de la Filosofía Latinoamericana desde la Filosofía de la Liberación. No lo es. Es algo previo; es una primera visión de conjunto. Pero el sólo hecho de que un estudiante pueda tener esta obra en sus manos y enterarse de todos los grandes filósofos latinoamericanos con ciertas preguntas nuevas, eso ya es un hecho original de una nueva época. Por eso es que es el fin de un proceso de toma de conciencia y de aquí en adelante van a surgir muchas otras Historias de la Filosofía. Pero van a tener que referirse a ésta como punto de partida porque fue la primera. Y tiene mucha originalidad: es la primera que considera la filosofía de los grandes sabios de las grandes culturas originarias. Por eso pusimos una fecha simbólica, 1300; podía haber sido 800 porque hay sabios de esa época, pero en 1300 ya hay pensadores indígenas, con biografía, con fecha de nacimiento y muerte; obras que se conocen en códices… Entonces, ya podemos hablar de ellos.
Pusimos eso, además, para romper con 1492. Entonces son 700 años de Filosofía en América Latina. Incluimos también, por supuesto, al Caribe, porque es parte de América Latina, y la parte Latina de EE.UU.; son 50 millones de habitantes y tienen un pensamiento filosófico. Lo consideramos latinoamericano; entonces es fuerte.

El siglo XVI es el comienzo de la filosofía moderna de Europa
De Europa que ‘conquista' América y el Caribe y se preguntan ‘¿podemos hacerlo? ¿Tenemos derecho? ¿Éstos son hombres, son personas humanas?'. Y los europeos se quedan con esas preguntas hasta la modernidad y dicen: "el indígena es un ser humano de segunda, y por lo tanto, tenemos derecho a beneficiarlos con la conquista”.
Y todavía eso es el pensamiento de la Filosofía Europea y Americana en la actualidad, porque siguen pensando que África y América Latina son subdesarrolladas, subhumanas. ¡Mire como tratan a los latinoamericanos en Estados Unidos! Son considerados gente de segunda… ¡Y no se dan cuenta!
Cuando voy a Estados Unidos a un congreso de Descartes, surge que es el primer filósofo moderno (hablo como eurocéntrico). Recuerdo que Descartes estudió en un colegio jesuita y cuando tenía 13 años estudió el curso de Lógica. La lógica es la parte más estructural y abstracta y metódica de la Filosofía; y estudió la Lógica de Antonio Rubio, que era un filósofo mexicano y la Lógica que era un comentario de Aristóteles muy novedoso, se llamaba Lógica Mexicana.
Descartes estudió Lógica de un filósofo mexicano, ¿cómo es posible? Porque había un siglo de filosofía antes que Descartes y ya era filosofía en serio y era mundial; porque los jesuitas que publicaban esas Lógicas estaban en África, estaban en India, estaban en Japón y conocían todo el mundo periférico, y además estaban desde Estocolmo hasta Italia y los jesuitas conocían el mundo. Entonces hubo una Filosofía en el Siglo XVI que la modernidad ha ocultado, pero que los latinoamericanos debemos resucitar porque es nuestra primera etapa, como filosofía europea, no como filosofía sólo latinoamericana. Meter el siglo XVI no como el inicio de los estudios latinoamericanos sino como el primer capítulo de la Filosofía Moderna va a ser una batalla difícil pero es la que empieza a dar esta obra.
Entonces, no es folclórica ni latinoamericana. Es una Filosofía con sentido mundial que empezó en América Latina; pero que ahora cobra una dimensión importante en el diálogo intercultural con África y Asia.


ADITAL: ¿Las Jornadas Teológicas Norte pueden marcar una nueva reflexión teológica y una nueva acción en el trabajo social (¡es la caridad!) de las Iglesias y en su presencia en el mundo? Debemos recordar que en estas Jornadas el enfoque ecuménico ha sido fundamental.

ED: Sí, y por eso me parece que esas actitudes son importantes, el que sean ecuménicas, pues ante ese embarro de la cúpula eclesial católica -que desde el Vaticano no piensa para nada en una originalidad práctica y pastoral del pueblo Latinoamericano, asiático y africano y porque estamos viviendo un papado completamente eurocéntrico-, lo ecuménico da mucho más libertad y permite plantear otros temas. Es importante tomar conciencia que es necesario actualizar lo que yo decía en un encuentro en Cuba hace años, que debemos crear la segunda Teología de la Liberación. ¿Y cuál es la diferencia de esta segunda con la primera? Yo marco 16 diferencias: epistemológicas, temáticas… Muchas cosas nuevas han surgido. No es asunto de comentar lo que se hizo hace 40 años; hay que hacer todo de nuevo pero con la misma hipótesis.



ADITAL: ¿Usted escribió eso en algún libro o artículo?

ED: Hay un artículo mío en una reunión de Matanzas: ‘La nueva Teología de la Liberación y la diferencia con la de los años 60'. Porque los autores que se trataban en los 60' no son los autores (filósofos, sociólogos, politólogos) que se usan en el XXI. Entonces yo, personalmente, estoy muy atento al pensamiento político y filosófico contemporáneo, hasta la última obra del año pasado. Entonces, puedo pensar una Teología a partir de esto. No soy profesor ahora de Teología; nadie me llama a hacerla; sería peligroso. Soy filósofo; pero si me piden hacer Teología, soy teólogo; y si me piden hacer Historia, soy historiador. No conozco bien esas disciplinas, por profesión, por modus vivendi estoy haciendo Filosofía. Pero esta Filosofía es como la epistemología de la Teología de la Liberación para entender la historia de la Teología Latinoamericana. Lo he hecho en un librito que se llama ‘Historia de la Teología de la Liberación', que también muestra las mismas etapas y cómo se fue haciendo porque hubo una Teología de la Liberación en el siglo XVI, crítica de la conquista, una Teología de la Liberación de la Emancipación en crítica a España y Portugal y justificando la emancipación, y la nuestra es en cierta manera la Tercera Teología de la Liberación, la de este proceso de emancipación colonial de nuestro país con respecto a Estados Unidos y a Europa. Ahora nuestro enemigo es Estados Unidos, es la Metrópolis y hay que liberarse de él. En el siglo XIX fueron España y Portugal, y al comienzo fue la crítica de la conquista que fue la expansión europea. Entonces, hay que tener una visión histórico-mundial para no recibir objeciones de algún lugar.



ADITAL: Prácticamente escribieron una Historia de la Iglesia

ED: Es interesante, escribimos la historia de la Iglesia, la primera. Les quitamos la historia a los conservadores; nunca los progresistas y revolucionarios escriben historia. Nosotros progresistas y revolucionarios escribimos la primera historia en 10 tomos, les sacamos ese lugar a los conservadores. Ahora ellos hacen historia desde España, la gente del Opus Dei… Bueno, es una historia anecdótica, de esa que aburre. La nuestra era darles a los actores de la historia la comprensión de lo que estaban haciendo. Les sacamos la historia, les sacamos la tradición, porque la subimos. Es un proceso serio y que tiene mucho futuro.



ADITAL: Usted afirmó que es necesario considerar la historia siempre en una visión mundial. Hoy, los ‘indignados' de Grecia, España, Wall Street…; los estudiantes en Chile; las movilizaciones de los países árabes cuestionan el modelo capitalista de la sociedad. ¿Cuáles son los denominadores comunes en esas movilizaciones que son de liberación?

ED: El movimiento en realidad empezó entre los árabes, en Egipto. Así que no empezó en los indignados de España, y esto es un hecho, es un efecto de la crisis del capitalismo. El capitalismo, por su tecnología, crea un desempleo estructural y el desempleo no se puede arreglar nunca más, porque hay, diría Marx, población sobrante. Pero, no hay población sobrante; hay un sistema que nos habla que no puede absorber a la población, que no disminuye la jornada de trabajo, una cantidad de cosas que crea un cuello de botella donde entra la contradicción y la contradicción es que hay una desocupación estructural, especialmente entre los jóvenes, que son los que no entran en el sistema. Y es por eso que esta vez no son los obreros, como pensaba Marx, ni son los campesinos, como pensaba Mao… de pronto son los jóvenes, porque son los que no tienen más entrada en el sistema, están fuera del sistema. Y todo el sistema de poder, en 50 años, de pleno empleo, de jubilaciones, de seguridad social que un capitalismo creciente pudo ofrecer, se acabó. Ahora, en realidad, la gente no se va a jubilar más; va a cambiar de trabajo, lo cual no está mal; el viejo trabajará de otra manera. No veo para qué dejar de trabajar; pero que trabaje un trabajo que pueda hacer un viejo; pero tiene que trabajar mucho menos, 4 o 5 horas por día y entonces, en seguida, todo el mundo estaría trabajando; ganará menos, porque tendrá menos necesidades: no tiene que cambiar de auto cada año sino cada 30 años porque los autos serán buenos. Y la ropa no la voy a cambiar todos los días… Yo tengo estos zapatos que compré en Chicago en 1989, hace más de 20 años y yo digo: la fábrica de zapatos ya se habrá fundido porque son tan buenos que no venden más zapatos; pero éstos son buenos. Y entonces la humanidad necesita muchas menos cosas para aumentar la calidad de vida: el descenso de las necesidades superfluas y el ascenso de las necesidades cualitativas. Para eso la economía puede reducirse muchísimo y no hay necesidad de la moda, y entonces la electrónica sí va a entrar a ser un gran instrumento. Estamos en el fin de una época en estos años, hacia una nueva modernidad. Es una nueva época de la humanidad, más allá de la modernidad. Va a ser un nuevo sistema ecológico, humano, con otros criterios que lo que empezó en el siglo XVI. La cuestión es grave y estamos viendo esa efervescencia de la vida; pero los jóvenes, ya no podrán ser sistema.






ADITAL: Los indignados están haciendo historia…

ED: Yo saco ahora un librito: "Carta a los Indignados” (*) y lo voy a publicar aquí en México y te lo voy a enviar a Brasil. Es una Carta a los Indignados; un tratadito de 60 páginas, político. Les digo a los indignados: ustedes, en las plazas, pueden estar un tiempo; pero, al fin, van a tener que volver a las casas. Lo que hay que hacer es cambiar el sistema político. El sistema político es sólo representativo y se ha separado la representación del pueblo. Hay que crear un sistema participativo, representativo y entonces crear todas las instituciones en las que el pueblo pueda exigir a la representación y fiscalizarla. Es un nuevo sentido para la democracia. La democracia, en realidad, nunca fue participativa; la norteamericana fue apenas representativa. Hay que hacer una revolución política, para que los indignados dejen de estar en las plazas y estén en las instituciones políticas, como pueblo, vigilando. Y entonces eso va a ser el fin del capital financiero, y va a ser la participación del pueblo, para la mejor vida de todos y no de una élite. Entonces se viene una gran revolución que el mismo Marx no había previsto, porque él la pensaba económica. Pero, la revolución es política, porque cuando el pueblo tome el poder en serio, institucionalmente, el sistema económico va a cambiar; pero como fruto de la decisión política. Entonces, estamos en un momento político, y yo estoy elaborando una Filosofía Política, y sale también una Teología Política. De un tratado que nunca la Teología trató, el Tratado del Estado como constructor del Reino de Dios.



ADITAL: Realmente esta cuestión es nueva y debe ser debatida. ¿Cómo la entiende usted?

ED: La Iglesia es una institución del Reino de Dios, pero el Estado, es tan constructor del Reino de Dios como la Iglesia. Ella reparte el pan porque hay hambre, bueno. Pero dar de comer al hambriento lo hace el Estado; es su papel político. La iglesia recuerda que hay que dar de comer, claro. Nunca, hasta hoy, se ha hecho una buena Teología del Estado porque se ha puesto a la Teología y el Estado como dos cosas: el Estado es lo secular y la Iglesia lo espiritual. Falso: el Estado construye el Reino de Dios y no es secular; es una institución constructora del reino de Dios. No es eclesial; pero lo que pasa es que la religiosidad se identifica a lo secular y el fetichismo también. Entra en la Iglesia y entra en el Estado: es una nueva teología. Es la próxima Teología de la Liberación…





ADITAL: Es difícil pensar en ese Estado de que usted habla porque estamos acostumbrados a otros tipos de Estados…

ED: Sí, pero también es difícil hablar de Iglesia porque estamos acostumbrados a otros tipos de Iglesia. Mire la iglesia burocrática, gerontocrática, machista, dogmática: es una miseria. Jesús era un hombre joven y ésta es de puros viejitos, machos… ¿Dónde está la mujer?..., las mujeres… ¿Dónde están las mujeres?... No tienen ninguna comprensión. Entonces, qué iglesia… Está llena de pecado. Bueno, el Estado también. Así como se fetichiza a la iglesia, se fetichiza al Estado. Ninguna institución es perfecta. Son instrumentos en las manos de Dios; son los Mesías proféticos o Mesías reales, los que dan vida a las instituciones. Pero, sin la profecía, la Iglesia se burocratiza. Pero, sin la institución, la profecía desaparece también, porque no hay escuela de profetas, no hay tradición. ¿Y dónde está la nueva generación? Entonces es una institución profética que a veces es más institución y se fetichiza…; y a veces más profecía y ahí cumple. Lo mismo el Estado. El Estado a veces es más representativo y domina; pero cuando sea más participativo va a ser un Estado mesiánico, y entonces hay que pensar en la santidad de lo político y de eso no se ha hecho nada. Se habla de fe y política como que yo me comprometo en algo obscuro, difícil, secular que no tiene que ver con el Reino de Dios. Entonces, me han pedido hacer un curso ahora sobre ‘fe y política'. ¡No sabes lo que voy a hacer! Porque voy a hablar de la santidad, del compromiso político constructor del reino de Dios. Ahora, eso lo decía, por ejemplo, La Pira, un gran demócrata cristiano que fue alcalde de Florencia, en Italia; era santo después de la segunda Guerra Mundial, demócrata, cristiano, evangélico que luchaba por la gente y por los pobres. Era un gran político. Después, su partido se fue burocratizando y la democracia que tenían quedó en la derecha y ahora defiende al capital. La Merkel no tiene nada que ver con Adenahuer, y los actuales demócratas cristianos, todos corrompidos con la droga y con la mafia… Pero un Adenahuer era un tipo que había luchado contra Mussolini, y era un gran político cristiano. Pero, ésos, sí que tenían el carisma político tanto como un obispo o un cura; pero trabajaban en otra institucionalidad. Hay que volver a la mística de la política.


(*) El autor prometió enviar a Adital copia de ese material y, cuando lo recibamos, lo publicaremos.


Link permanente: 

jueves, 19 de abril de 2012

Accion para alberto Patishtan


Accion "Una Carta para Romper el Aislamiento"


Compañeros y compañeras:


Este 19 de abril de 2012, el Profesor Alberto Patishtán va a cumplir 41 años de vida, e igual cumple casi 12 años en la cárcel.

Para festejar su cumpleaños, y para seguir a mostrar nuestra solidaridad exigiendo la libertad de este preso político, como parte de la campaña nacional e internacional, la Asociación Espoir Chiapas/ Esperanza Chiapas de Francia, El Colectivo Ik y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas de México les invitamos a juntarse a la siguiente acción solidaria:

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 “Una Carta para Romper el Aislamiento”

Esta acción tiene como objetivo de romper el aislamiento, dar fuerza al Profesor Alberto Patishtán para aguantar su injusto aislamiento en el penal federal de máxima seguridad en Sinaloa, a mas de 2000 km de su familia, y para mostrar nuestra solidaridad, que el profe no esta solo!

Les pedimos la favor de escribirle una carta, de manera manual, y enviarla a:
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SR. ALBERTO PATISHTÁN GÓMEZ
NÚMERO DE EXPEDIENTE 384
CEFERESO NO. 8 NORPONIENTE,
CALLE 300 KM. 3.5 ENTRE CANAL 25 Y 27 PREDIO JESUS MARIA
EJIDO LA CHUPARROSA,
MUNICIPIO GUASAVE SINALOA, C. P. 81162.
MÉXICO
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Nota:  Las cartas deberán ser escritas a mano. No incluir fotos, imágenes, calcomanías, dibujos, ni objetos.

Si pueden enviar una copia (escaneada) a presoschiapas@gmail.com y solidaridad@frayba.com.mx y si nos pueden indicar si podríamos publicar la carta en los blogs les agradeceríamos.

Así podrán ver la carta que ya fue enviada para este día muy simbólico, de parte del Movimiento Sueco por la Reconciliación (Swefor):


Para más información del caso de Alberto Patishtán Gómez puedes visitar los siguientes sitios o ver el adjunto:

http://espoirchiapas.blogspot.com 
http://albertopatishtan.blogspot.mx
http://solidaridadchiapas.wordpress.com
http://chiapasdenuncia.blogspot.com

Atentamente:
Colectivo Ik, México
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, México
Asociación Espoir Chiapas/ Esperanza Chiapas, Francia


Ejemplo de cartas ya enviadas: 

Théologie de la libération, entretien avec Enrique Dussel


Entretien avec le philosophe argentino-mexicain Enrique Dussel


Pendant les Journées théologiques de la région Nord qui ont eu lieu du 5 au 8 octobre dans la ville de Mexico avec la participation de représentants de la théologie de la libération, particulièrement mexicains et hispanos des États-Unis et du Canada, ADITAL a rencontré Enrique Dussel, philosophe, théologien et professeur de l’Université nationale autonome de Mexico – UNAM. Lors de cet entretien furent abordés des thèmes comme la théologie de la libération et les nouveaux courants de pensée dignes d’attention dans la production théologique, la vague de manifestations des « Indignés » de Grèce, d’Espagne, des États-Unis et des étudiants chiliens et le livre El Pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y “Latino” : de 1300 y hasta 2000 [La Pensée philosophique latino-américaine, des Caraïbes et « latino » : de 1300 à 2000].






En savoir plus sur la théologie de la libération



Quels faits et quels nouveaux courants de pensée méritent l’attention aujourd’hui dans la production théologique, surtout en ce qui concerne la théologie de la libération et les théologies qui en sont nées ?
Certains croient que c’en est fini de la théologie de la libération parce qu’elle a été très critiquée dans les Églises, spécialement dans la catholique et au Vatican. Beaucoup d’évêques ont été nommés pour condamner cette théologie ; mais le fait est que cette théologie de la libération est la seule qui, née en Amérique latine, réponde à notre réalité. De sorte que celui qui veut étudier la théologie voit bien en lisant les ouvrages théologiques européens que c’est une théologie dogmatique, abstraite et il croit que c’est ça la théologie. Mais quand il lit la théologie de la libération latino-américaine, il se rend compte que c’est une théologie liée à notre réalité et qui explique les contradictions de notre culture. C’est une différence abyssale. C’est la seule qui soit latino-américaine. Elle a été très combattue, mais elle devra obligatoirement resurgir. Les futures théologies devront s’y référer. De plus, comme tu l’as dit, il y a beaucoup de théologies nouvelles : la théologie indienne, la théologie afro-américaine, la théologie féministe ; mais toutes sont comme une prolongation de la théologie de la libération. Celle-ci a été une théologie fondamentale qui aurait dû être développée différemment et c’est ce qui est en train de se passer. C’est à dire que la théologie féministe est une théologie de la libération et de même pour les autres. Moi, je trouve qu’elle est très actuelle. Maintenant, ce qu’il faudrait exiger des jeunes et des nouvelles générations, c’est qu’ils utilisent des catégories philosophiques, sociologiques, anthropologiques, psychanalytiques, et qu’ils pensent la théologie à partir de celles qui sont les plus importantes, les plus critiques, les plus actuelles et pas simplement à partir de la théologie. Ni même à partir de la théologie de la libération qui devient répétitive. La théologie de la libération a été la foi chrétienne de gens qui connaissaient la théologie ; mais qui connaissaient aussi les sciences sociales et la pratique avec les gens. En parlant de théologie ils inventaient, avançaient de nouveaux thèmes et proposaient de nouvelles solutions. C’est en cela qu’elle était si originale. Ce qui lui manque maintenant, c’est de revenir à cette originalité parce que beaucoup rabâchent la théologie de la libération et ce n’est pas l’objet. Ou bien ils font un commentaire des œuvres européennes, y compris celles qui sont progressistes, mais qui sont très loin de la théologie de la libération. Même la théologie politique européenne n’est pas ce dont nous avons besoin.



Nous vivons en ce moment un changement d’époque et il y a des valeurs qui disparaissent pour laisser la place à de nouvelles valeurs. Quelles perspectives doivent être développées dans la théologie de la libération et dans le travail que nous faisons comme chrétiens pour construire la nouvelle histoire ?
Le mouvement de libération a surgi dans tous les mouvements qui se sont produits à la fin des années 60. Sur le plan politique, c’est la révolution cubaine qui a vraiment mobilisé la politique latino-américaine, parce que c’était une révolution très redoutée par les États-Unis et qui a mobilisé tout le champ politique. Tout a culminé dans les mouvements de 68 qui n’ont pas été seulement un mouvement étudiant à Paris ou à Berlin, mais qui a eu lieu aussi au Mexique à Tlatelolco, en Argentine avec le Cordobazo [1] et en Amérique latine. Le mouvement de 68 a eu beaucoup d’importance, mais il a été aussi un moment théorique parce qu’il y a eu une nouvelle philosophie : l’école de Francfort a surtout marqué et on a commencé à connaître Franz Borgan. Ce fut un mouvement de grande créativité théorique, de créativité pratique, d’engagement des chrétiens dans les mouvements politiques. Il fallait donner une nouvelle explication sur comment s’engager. Beaucoup [de chrétiens], avec l’attraction du marxisme, perdaient la foi. Il fallait donner une nouvelle explication pour que la foi continue à fonctionner comme génératrice de la politique et ne se perde pas dans l’engagement. Cela, la théologie de la libération l’a pleinement réussi ; elle a permis à toute une génération de jeunes, non seulement de ne pas perdre la foi, mais d’être l’avant-garde d’un processus de changement qui en Amérique latine a culminé avec la révolution sandiniste, elle-même poussée pour ainsi dire par des chrétiens. Au Chili il y avait aussi des chrétiens, et à partir de ce moment-là ils ont été toujours présents parce qu’ils savaient comment rattacher les changements historiques à une théologie rénovée. Pour les groupes conservateurs, pour les structures les plus hiérarchiques de l’Église, c’était tellement grave qu’ils ne l’ont pas accepté. Après le Grand Concile qui a ouvert les portes (en réalité, le droit canonique n’intéressait par beaucoup le Concile ni les institutions vaticanes : ils n’y accordaient pas beaucoup d’importance et il ne fut donc pas changé), ces institutions romaines et ce droit canonique ont repris le pouvoir dans l’Église et le prophétisme du Concile a commencé à être mise en retrait comme c’est le cas aujourd’hui et bien sûr, tout cela produit un changement complet.
Aujourd’hui de toute façon il faut revenir à la théologie, mais à partir de l’horizon des nouveaux penseurs. Il faut prendre conscience de l’existence de grands philosophes, de sociologues qui peuvent nous donner à nous les théologiens une nouvelle vision. En même temps, aujourd’hui, le système capitaliste, spécialement le système financier, passe par une crise effrayante. Simultanément, ce système commence à faire quelque chose qu’il n’avait jamais fait dans l’histoire du libéralisme et du capitalisme : exploiter l’État national. Le capital financier, c’est à dire en dernière instance les banques et la Bourse, s’est mis à faire des affaires avec les États. Les capitalistes volent leur argent, le gardent dans les banques, se déclarent en faillite et demandent à être renfloués par l’État ; c’est là une fantastique affaire. Les États pour le moment ne savent pas comment fonctionne le système et ils aident les banques pour que le système ne s’effondre pas. Mais un jour arrivera où le système bancaire devra être nationalisé et ce sera la fin de toute la propriété privée du capital financier parce qu’il est en train d’escroquer les États. C’est pourquoi les peuples commencent à se soulever. Alors les commotions en Grèce et le mouvement des Indignés recommencent à nous faire croire que nous sommes en 68.
C’est là une grande opportunité pour une grande théologie et nous vivons un changement d’époque fondamental.


Dans ce changement d’époque, le lancement ici au Mexique du livre El pensamiento 
filosófico latinoamericano, del Caribe y “latino” : de 1300 y hasta 2000 [La Pensée philosophique latino-américaine, des Caraïbes et « latino » : de 1300 à 2000] a été un évènement fondamental pour l’histoire de la philosophie. Vous, Enrique Dussel, avec Eduardo Mendieta et Carmen Bohórquez, avez coordonné cet ouvrage, un volume de plus de mille pages. Pouvez-vous en expliquer le sens novateur et révolutionnaire ?
Bien sûr. Je pense que cet ouvrage est le point culminant d’un processus d’un siècle qui commence en 1910, avec la révolution mexicaine qui très vite s’est demandé s’il y avait ou non et comment il devait y avoir une philosophie latino-américaine. À partir de là, on a commencé à étudier notre histoire et ce que j’appellerais la philosophie latino-américaine est née avec Francisco Romero en Argentine, Leopoldo Zea au Mexique et des grands auteurs qui ont étudié l’histoire de la pensée philosophique ; mais ils n’ont pas encore parlé d’une philosophie latino-américaine proprement dite, qui poserait des questions et y répondrait d’une manière originale, de manière à se positionner différemment à l’intérieur de la discussion philosophique mondiale. Je crois que la première philosophie qui l’ait fait explicitement est la philosophie de la libération. Qui n’est pas seulement une histoire de la philosophie latino-américaine, mais une philosophie qui a conscience d’être différente de celle de l’Europe et des États-Unis, avec des questions différentes, des réponses différentes et une méthodologie différente. Maintenant, ce mouvement original de philosophie de la libération a besoin, comme une de ses étapes, de reconstruire l’histoire de cette option qui dit : « il faut certes penser à partir de l’Amérique latine, mais à partir des opprimés de l’Amérique latine ».
Cette perspective ne serait pas celle de la majorité des philosophes, mais celle de la minorité. C’est pour cela que cet ouvrage, dans un certain sens, est une négociation politique avec tous les courants philosophiques. Des auteurs prestigieux des différents courants (il y en a 18) y ont participé et ce n’est pas une histoire de la philosophie latino-américaine à partir de la philosophie de la libération. Non, ce n’est pas cela. C’est quelque chose de préalable, c’est une première vision d’ensemble. Mais le seul fait qu’un étudiant puisse l’avoir entre les mains et connaître ainsi tous les grands philosophes latino-américains qui posent de nouvelles questions, c’est déjà un fait original d’une nouvelle époque. C’est l’objet d’une prise de conscience et à partir de maintenant vont apparaître beaucoup d’autres histoires de la philosophie. Mais elles devront s’y référer comme point de départ parce qu’elle a été la première. Sa grande originalité est d’être la première à prendre en considération la philosophie des grands savants des grandes cultures originaires. C’est pourquoi nous avons pris une date symbolique : 1300 ; cela aurait pu être 800 parce qu’il y avait des savants à cette époque-là, mais en 1300, il y avait déjà des penseurs indiens, avec une biographie, une date de naissance et de mort, des ouvrages connus dans des codex… Nous pouvons donc en parler.
De plus, nous avons mis cette date pour rompre avec 1492. Il s’agit de 700 années de philosophie en Amérique latine. Nous incluons aussi, bien entendu, les Caraïbes qui font partie de l’Amérique latine et la partie latine des États-Unis ; ce sont 50 millions d’habitants et ils ont une pensée philosophique. Nous la considérons comme latino-américaine et c’est ce qui lui donne sa force.

Le XVIe siècle est le début de la philosophie moderne de l’Europe
De l’Europe qui « conquiert » l’Amérique et les Caraïbes et qui se demande : « pouvons-nous le faire ? En avons-nous le droit ? Est-ce que ce sont des hommes, est-ce que ce sont des personnes humaines ? » Les Européens continuent à se poser ces questions jusqu’à la modernité et ils disent : « L’Indien est un être humain de second ordre et par conséquent, nous avons le droit de tirer profit de la conquête ».
Encore maintenant, c’est la pensée de la philosophie européenne et états-unienne parce qu’on continue à penser que l’Afrique et l’Amérique latine sont sous-développées et sous-humaines. Regardez comme on traite les Latino-Américains aux États-Unis. Ils sont considérés comme des gens de second ordre… Et ils ne s’en rendent pas compte !
Quand je vais aux États-Unis à un congrès sur Descartes, celui-ci apparait comme le premier philosophe moderne (je parle comme un eurocentrique). Je me souviens que Descartes avait étudié dans un collège de jésuites et qu’à treize ans il avait suivi un cours de logique. La logique est la partie la plus structurelle, abstraite et méthodique de la philosophie ; et il a étudié la Logique d’Antonio Rubio, un philosophe mexicain : cette logique était un commentaire très novateur d’Aristote qui s’appelait Logique mexicaine.
Descartes a donc étudié la Logique d’un philosophe mexicain. Comment est-ce possible ? Parce qu’il y a eu avant Descartes un siècle de philosophie. C’était déjà une philosophie sérieuse et elle était mondiale parce que les jésuites qui publiaient ces Logiques étaient présents en Afrique, en Inde, au Japon et connaissaient tout le monde périphérique. Ils étaient en outre présents de Stockholm jusqu’à l’Italie et ils connaissaient le monde. Il y a eu une philosophie au XVIe siècle que la modernité a occultée, mais que nous, Latino-Américains, nous devons ressusciter parce que c’est notre première étape comme philosophie européenne et non comme philosophie seulement latino-américaine. Mettre le XVIe siècle, non pas comme le début des études latino-américaines, mais comme le premier chapitre de la philosophie moderne va être difficile, et c’est la bataille que cet ouvrage commence à livrer.
Cette philosophie n’est ni folklorique ni latino-américaine. C’est une philosophie de portée mondiale qui a commencé en Amérique latine, et qui maintenant prend une dimension importante dans le dialogue interculturel avec l’Afrique et l’Asie.


Les journées théologiques du Nord peuvent-elles marquer une nouvelle réflexion 
théologique et une nouvelle action dans le travail social (c’est la charité !) des Églises et dans sa présence dans le monde ? Nous devons nous souvenir que, pendant ces journées, la perspective œcuménique a été fondamentale.
Oui, et c’est pourquoi, il me semble que ces attitudes, parce qu’elles sont œcuméniques, sont importantes. Car face au blocage de la hiérarchie ecclésiale catholique – qui depuis le Vatican ne pense aucunement à une originalité pratique et pastorale du peuple latino-américain, asiatique et africain et parce que nous sommes confrontés à une papauté eurocentrique – l’œcuménisme donne beaucoup plus de liberté et permet d’aborder d’autres thèmes. Il est important de prendre conscience qu’il faut actualiser ce que je disais dans une rencontre à Cuba il y a des années : nous devons créer la deuxième théologie de la libération. Et quelle est la différence entre la deuxième et la première ? J’ai comptabilisé 16 différences : épistémologiques, thématiques… Beaucoup de choses nouvelles ont surgi. Il ne s’agit pas de commenter ce qui s’est fait il y a quarante ans. Il faut tout renouveler, mais avec la même hypothèse.


N’avez-vous pas avez écrit cela dans un livre ou un article ?
Il y a un article de moi issu d’une réunion de Matanzas : « La nouvelle théologie de la libération et la différence avec celle des années 60 ». Parce que les auteurs auxquels on faisaient référence dans les années 60 ne sont pas les auteurs (philosophes, sociologues, politistes) auxquels on se réfère au XXIe siècle. Moi, personnellement, je suis très attentif à la pensée politique et philosophique contemporaine jusqu’au dernier ouvrage de l’année dernière. Alors, je peux penser une théologie à partir de là. Je ne suis pas actuellement professeur de théologie ; personne ne me le demande, ce serait dangereux. Je suis philosophe ; mais si on me demande de faire de la théologie, je suis théologien. Et si on me demande de faire de l’histoire, je suis historien. Je ne connais pas bien ces disciplines, par profession, parmodus vivendi je fais de la philosophie. Mais cette philosophie est comme l’épistémologie de la théologie de la libération qui permet de comprendre l’histoire de la théologie latino-américaine. Je l’ai fait dans un petit livre qui s’appelle Histoire de la théologie de la libération qui en montre les diverses étapes et comment elle s’est construite petit à petit ; car il y a eu une théologie de la libération au XVIe siècle, critique de la conquête, une théologie de la libération de l’émancipation qui critique l’Espagne et le Portugal et qui justifie l’émancipation. La nôtre est, d’une certaine manière, la troisième théologie de la libération, celle de l’émancipation coloniale de notre pays par rapport aux États-Unis et à l’Europe. Maintenant notre ennemi, ce sont les États-Unis, c’est la Métropole dont il faut se libérer. Au XIXesiècle, ce furent l’Espagne et le Portugal et au début ce fut la critique de la conquête qu’a été l’expansion européenne. Alors, il faut avoir une vision historico-mondiale pour ne pas s’attirer des objections d’un côté ou de l’autre.


En fait, vous avez plus ou moins écrit une Histoire de l’Église…
C’est intéressant, nous avons écrit l’histoire de l’Église, la première. Nous avons pris la place des conservateurs, les progressistes et les révolutionnaires n’écrivent jamais l’histoire. Nous, progressistes et révolutionnaires, nous avons écrit la première histoire en 10 tomes, nous avons pris la place des conservateurs sur ce sujet. Maintenant, eux, ils font l’histoire depuis l’Espagne, les gens de l’Opus Dei… Bon, c’est une histoire anecdotique, ennuyeuse comme bien d’autres. La nôtre voulait donner aux acteurs de l’histoire la compréhension de ce qu’ils faisaient. Nous leur avons repris l’histoire, nous leur avons repris la tradition parce que nous l’avons valorisée : c’est un processus sérieux qui a beaucoup d’avenir.


Vous avez affirmé qu’il fallait toujours situer l’histoire dans une perspective mondiale. Aujourd’hui, les « Indignés » de Grèce, d’Espagne, de Wall Street… les étudiants au Chili, les mobilisations des pays arabes remettent en question le modèle capitaliste de la société. Quels sont les dénominateurs communs dans ces mobilisations qui sont des mouvements de libération ?
Le mouvement a commencé en réalité parmi les Arabes en Égypte. Il n’a pas commencé avec les Indignés d’Espagne, c’est un fait et c’est une conséquence de la crise du capitalisme. Le capitalisme, par sa technologie, crée un chômage structurel et le chômage ne peut jamais se résoudre parce qu’il y a, dirait Marx, une « surpopulation ». Mais il n’y a pas de surpopulation ; il y a un système qui nous dit ne pas pouvoir absorber la population, qui ne diminue pas la journée de travail, et une quantité d’autres choses qui créent un goulot d’étranglement où se situe la contradiction, et la contradiction c’est qu’il y a un chômage structurel, spécialement chez les jeunes qui n’entrent pas dans le système. Et cette fois, ce ne sont pas les ouvriers comme le pensait Marx, ce ne sont pas les paysans comme le pensait Mao… mais tout-à-coup ce sont les jeunes, ce sont ceux qui n’ont pas de place dans le système, ils sont hors du système. Tout le système de pouvoir, de plein emploi, de retraites et de sécurité sociale qu’un capitalisme croissant a pu offrir depuis 50 ans s’écroule. En fait maintenant les gens ne prendront plus leur retraite ; ils changeront de travail et ce n’est pas mauvais. Le senior travaillera d’une autre manière. Je ne vois pas pourquoi s’arrêter de travailler ; mais qu’on fasse un travail que puisse faire un senior ; il faut travailler beaucoup moins, 4 ou 5 heures par jour et aussitôt, tout le monde travaillerait ; on gagnera moins parce qu’on aura moins de besoins : on n’aura pas besoin de changer de voiture tous les ans mais tous les trente ans, parce que les voitures seront de bonne qualité ; les vêtements, je ne vais pas en changer tous les jours. Moi, j’ai ces chaussures que j’ai achetées à Chicago en 1989, il y a plus de 20 ans, et je dis : l’usine a dû déjà faire faillite parce que les chaussures sont si bonnes qu’on n’en achète plus d’autres. Mais celles-ci sont vraiment bonnes. Et l’humanité a besoin de beaucoup moins de choses pour augmenter la qualité de vie : la baisse des besoins superflus et la hausse des besoins qualitatifs. On peut réduire beaucoup l’importance de l’économie, on n’a pas besoin de la mode. Mais l’électronique, elle, va devenir la grande affaire. Nous sommes actuellement à la fin d’une époque, vers une nouvelle modernité. C’est une nouvelle époque de l’humanité, au-delà de la modernité. Ce sera un nouveau système écologique, humain, avec d’autres critères que ce qui a débuté au XVIe siècle. La question est grave et nous sommes en train de vivre cette effervescence de la vie ; mais les jeunes ne pourront plus intégrer le système.


Les Indignés sont en train de faire l’histoire…
Je sors actuellement un petit livre : Lettre aux Indignés, je vais le publier ici au Mexique et je vais te l’envoyer au Brésil. C’est une Lettre aux Indignés : un petit traité de 60 pages, politique. Je dis aux Indignés : vous, sur les places, vous pouvez y rester un temps ; mais à la fin vous devrez retourner chez vous. Ce qu’il faut faire, c’est changer le système politique. Le système politique est seulement représentatif et le peuple a été écarté de cette représentation. Il faut créer un système participatif, représentatif et créer toutes les institutions où le peuple pourra exiger une vraie représentation et la contrôler de près. C’est un nouveau sens pour la démocratie. La démocratie en réalité n’a jamais été participative ; celle d’Amérique du Nord fut à peine représentative. Il faut faire une révolution politique pour que les Indignés cessent d’être sur les places et soient, comme peuple, vigilants dans les institutions politiques. Ce sera la fin du capital financier, ce sera la participation du peuple pour l’amélioration de la vie de tous et non pas d’une élite. Une grande révolution est en marche que Marx lui-même n’avait pas prévue parce que, lui, la pensait économique. Mais la révolution est politique parce que quand le peuple prendra le pouvoir, véritablement, institutionnellement, le système économique changera, comme fruit de la décision politique. Nous sommes dans un moment politique et moi j’élabore une philosophie politique et une théologie politique émerge aussi. Il s’agir d’un traité que jamais la théologie n’a traité, le Traité de l’État comme constructeur du Royaume de Dieu.


Cette question est vraiment nouvelle et doit être débattue. Comment la comprenez-vous ?
L’Église est une institution du Royaume de Dieu, mais l’État est autant constructeur du Royaume de Dieu que l’Église. L’Église distribue le pain parce qu’il y a famine, bon. Mais donner à manger à l’affamé, l’État le fait ; c’est son rôle politique. L’Église rappelle qu’il faut donner à manger, bien sûr. Jamais, jusqu’à aujourd’hui, on a fait une bonne théologie de l’État parce qu’on a considéré la théologie et l’État comme deux choses différentes : l’État, c’est le séculier et l’Église, le spirituel. C’est faux : l’État construit le Royaume de Dieu et n’est pas séculier ; c’est une institution qui construit le Royaume de Dieu. L’État n’est pas ecclésial ; mais ce qui se passe, c’est que la religiosité s’identifie au séculier et le fétichisme aussi. La religiosité pénètre l’Église et elle pénètre l’État. C’est une nouvelle théologie. C’est la prochaine théologie de la libération.

Il est difficile de penser à cet État dont vous nous parlez parce que nous sommes habitués à d’autres types d’États…
Oui, mais c’est difficile aussi de parler d’Église parce que nous sommes habitués à d’autres types d’Église. Regardez l’Église bureaucratique, gérontocratique, machiste, dogmatique : quelle tristesse ! Jésus était un homme jeune et notre Église est faite de petits vieux, de machos… Où est la femme ?… Les femmes… Où sont les femmes ? Cette Église ne comprend rien. Alors, quelle Église… ? Elle est pleine de péché. Bon, l’État aussi. De même qu’on fétichise l’Église, on fétichise l’État. Aucune institution n’est parfaite. Ce sont des instruments entre les mains de Dieu ; ce sont les messies prophétiques, les messies réels, ceux qui donnent vie aux institutions. Sans la prophétie, l’Église se bureaucratise. Mais sans l’institution, la prophétie disparait parce qu’il n’y a pas d’école de prophètes, il n’y a pas de tradition. Où est la nouvelle génération ? C’est une institution prophétique qui parfois est davantage une institution et se fétichise… ; parfois elle est davantage prophétie et alors elle remplit son rôle. De même pour l’État. L’État est parfois plus représentatif et dominateur ; mais quand il sera plus participatif, il sera un État messianique. Il faut penser alors à la sainteté du politique et sur ce point rien n’a été fait. On parle de foi et politique comme si je m’engageais dans quelque chose d’obscur, de difficile, de séculier qui n’a rien à voir avec le royaume de Dieu. On m’a demandé de faire un cours sur Foi et politique. Tu ne sais pas ce que je vais faire ! Eh bien je vais parler de la sainteté, de l’engagement politique, constructeur du Royaume de Dieu. C’est d’ailleurs ce que disait par exemple La Pira, un grand démocrate-chrétien qui a été maire de Florence en Italie après la Seconde Guerre mondiale ; c’était un saint, démocrate, chrétien, évangélique, qui luttait pour les gens et pour les pauvres. C’était un grand politique. Ensuite, son parti s’est bureaucratisé, la démocratie qu’ils avaient a fini à droite et maintenant il défend le capital. Angela Merkel n’a rien à voir avec Adenauer, et les démocrates-chrétiens actuels sont tous corrompus par la drogue et la mafia. Mais Adenauer était un grand bonhomme qui a lutté contre Mussolini et un grand politique chrétien. Eux, ils avaient autant de charisme politique qu’un évêque ou un curé ; mais ils travaillaient dans un autre régime institutionnel. Il faut revenir à la mystique de la politique.

- Dial – Diffusion de l’information sur l’Amérique latine – D 3192.
- Traduction de Bernard & Jacqueline Blanchy pour Dial.
- Source (espagnol) : Adital, 14 octobre 2011.
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Notes

[1] Dial publiera prochainement un texte sur la grève et le soulèvement massif qui s’est produit fin mai 1969 à Cordoba, en Argentine – note DIAL.