Brasil vuelve a acoger
el más grande evento del fútbol mundial, después de la histórica Copa del Mundo de 1950. Debería ser un momento de alegría para los brasileños. Sin embargo, la oportunidad de celebrar una de las pasiones
nacionales y hacer una Copa popular se perdió
con la acumulación de irregularidades y
uso de fondos
públicos a intereses privados, violaciones
de los derechos y promesas incumplidas de transformación urbana,
generando un gran descontento en la
sociedad brasileña con el mega
evento.
Si la elección como sede de la Copa del Mundo en Brasil fuera hoy, sólo el 26,1% apoyaría el evento, según una encuesta de febrero de 2014, realizada por la Confederación Nacional del Transporte de Brasil. Además, el 75,8% de los entrevistados apuntan que el gasto para la celebración del Mundia fueron desnecesarios y el 80,2% están en desacuerdo con las inversiones en la construcción de estadios con fondos públicos, que podrían satisfacer otras prioridades del pueblo brasileño.
Y una pregunta saltan a las gargantas y campos: pero Copa de fútbol ¿para quién? Los ciudadanos del país del fútbol no se dejan engañar. Pocos son los que creen que el Mundial traerá algún legado a la población. Desalojos (remociones forzadas), violación de los derechos de los trabajadores, legislación de excepción, destrucción de lo que era público para construir una ciudad privatizada orientada a los intereses de las grandes empresas y corporaciones, aumento de la explotación sexual de menores - Es esta la postal que se observa en las 12 ciudades sedes de la Copa Mundial de la FIFA. A todo esto, sin embargo, súmanse las acciones violentas de represión estatal contra la población y, lo que es peor, la falta de diálogo y sensibilidad hacia los millones de indignados que salen a las calles.
Esta lucha se fortalece con los Comités Populares de la Copa, que cuestionan el autoritarismo, la ganancia y el menosprecio por los derechos humanos en la realización de la Copa Mundial de la FIFA. Hace más de tres años, estos comités denuncian los excesos de la FIFA y tienen una fuerte presencia en las ciudades anfitrionas. Y, a lo largo de esos años, siguiendo y apoyando la resistencia de los movimientos sociales, de las poblaciones y comunidades afectadas, sistematizaron una pauta con los puntos esenciales que se convierten en los combates, acción y conquistas. Aquí le damos voz a estas afirmaciones:
1) El fin de remociones y desalojos, con el inicio inmediato de las negociaciones colectivas con los residentes afectados, buscando la reubicación "uno-a-uno" y la compensación a las familias ya retiradas.
2) El fin de la violencia estatal y “higienización” de las calles de los centros de las ciudades anfitrionas, asegurándose a la gente que vive en las calles alimentación, vivienda y higiene personal, trabajo y asistencia social.
3) Derogación inmediata de zonas exclusivas de la FIFA previstas en la Ley General de la Copa Mundial de fútbol, y el consiguiente fin de la persecución a los trabajadores de la calle, comercio popular y artistas callejeros. Es necesario asegurar sus actividades antes, durante y después del Mundial, con el mismo espacio dado a las empresas patrocinadoras.
4) Creación de campañas de combate contra la explotación sexual y tráfico de personas en las escuelas públicas, cadena hotelera, en las cercanías de los estadios y en las zonas turísticas; fortalecer y ampliar las políticas de promoción de los derechos de las mujeres, niños y adolescentes y de combate a la prevención al turismo sexual.
5) No a la instalación de los tribunales de excepción en las
inmediaciones de los estadios con
el fin de garantizar el derecho a la amplia defensa y al debido proceso legal antes,
durante y después de la Copa Mundial.
durante y después de la Copa Mundial.
6) Derogar la ley que otorga la exención de impuestos para la FIFA y sus socios comerciales, así como los procesos de privatización incurridos en nombre de la FIFA. Auditoría Popular de la deuda pública en los tres niveles de gobierno, con el fin de investigar y difundir las informaciones sobre los gastos públicos en megaproyectos y mega eventos, con el objetivo de revertir el legado de la deuda de la Copa Mundial de la FIFA.
7) La terminación inmediata de Proyectos de Ley que se mueven en el Congreso, y de normas ilegales emitidas por los gobiernos, que tipifican el delito de terrorismo y avanzan contra el derecho a manifestarse, criminalizando los movimientos sociales y fortaleciendo la violencia contra la población pobre y los jóvenes del país.
8) La desmilitarización de la policía y fin a la represión de los movimientos sociales, con la garantía del derecho constitucional a manifestarse en las calles.
Comite Popular