En el mes de marzo, La tinta viajó a México a realizar la cobertura del “Primer Encuentro internacional, político, artístico y deportivo de mujeres que luchan”. En un operativo policial en la ruta que une Ciudad de México con San Cristóbal de las Casas, Chiapas, retuvieron a una de nuestras cronistas, Débora Cerutti. Aquí la primera parte de un relato de primera mano sobre las 13 horas de detención en un Centro para Migrantes.
Por Débora Cerutti para La tinta
Acayucan, Veracruz, México. 12 de la noche. Retén policial en la ruta. Huelo a peligro. Sudo hormonas. Aumento la frecuencia cardíaca. El miedo paraliza, me dije a mi misma. Reacciono y activo protocolos básicos de seguridad. Los invento en ese momento.
Había salido a las siete de la tarde de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, rumbo a Ciudad de México. El avión de vuelta a Argentina salía dos días después.
Llamo por teléfono a Jaime. Le pido que se comunique con mi amiga Mariana. Que no se preocupen. Que permanezcan atentos. Que no tenía mi pasaporte. Que no lo encontraba. Que debía estar en la casa de Mariana, en Ciudad de México, aunque estaba segura de que lo había cargado. Que iba a pasar la noche en un lugar llamado “Centro para migrantes” y que al amanecer me dejarían ir, cuando llegara el personal a las oficinas y chequearan mi identidad.