miércoles, 29 de mayo de 2013

Zedillo obtiene imunidad de un tribunal federal en caso de acteal



Un tribunal federal dio el visto bueno definitivo a la solicitud de inmunidad para Ernesto Zedillo, realizada en 2011.

El tribunal desechó en definitiva el amparo con el que se impugnó la solicitud para otorgar inmunidad al expresidente en la demanda por 50 millones de dólares presentada en su contra, en Estados Unidos, por la matanza de Acteal.

El tribunal colegiado también rechazó una petición de los quejosos para solicitar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el ejercicio de su facultad de atracción, con lo que el juicio quedó cerrado en definitiva.

El Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa desechó en definitiva el amparo con el que se impugnó la solicitud de México para otorgar inmunidad a Ernesto Zedillo, en la demanda por 50 millones de dólares presentada en su contra en Estados Unidos por la matanza de Acteal.


Ayer, 27 de mayo, se revocó  la sentencia dictada en marzo por un juez de Distrito, quien había afirmado que la Embajada de México en Estados Unidos actuó ilegalmente al enviar una nota diplomática al Departamento de Estado, en la que solicitó reconocer la inmunidad del ex presidente mexicano.
En noviembre de 2012Zedillo pidió a un juez federal de Estados Unidos desechar definitivamente la demanda en su contra por su supuesta responsabilidad en la matanza de 45 indígenas en Acteal, Chiapas, en 1997.
Los abogados de Zedillo presentaron una nota diplomática  a un juez de Connecticut para decir que las personas que acusaron al ex presidente de ser responsable de la matanza en Acteal mentían para intentar mantener vivo el caso.
En septiembre de 2012, el Departamento de Estado de Estados Unidos accedió a la petición del gobierno de México de dar inmunidad al ex presidente en el caso Acteal, donde murieron 45 personas en 1997, “para mantener las buenas relaciones con la República Mexicana”.
Los demandantes presentaron un amparo en México y expresaron que el embajador en Washington, Arturo Sarukhan, no tenía autoridad constitucional para pedir a la justicia federal estadounidense inmunidad para Zedillo.
La matanza de Acteal sucedió el 22 de diciembre de 1997 y en ella murieron 45 personas. La versión oficial dice que la tragedia fue resultado de un conflicto religioso y territorial entre comunidades chiapanecas, pero la versión de organizaciones civiles que representan a las víctimas aseguran que fue un crimen orquestado desde el gobierno y llevado a cabo por paramilitares.
En ese entonces, de los detenidos y encarcelados, varios resultaron inocentes. De los 84 sentenciados, 36 fueron liberados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y a 22 se les abrió proceso después de que se comprobó que la fiscalía cometió violaciones graves al derecho de defensa de los acusados.
Lo que se detectó fueron confesiones bajo tortura, pruebas falsas y la no provisión de traductores a indígenas que no hablan español.
El ex mandatario mexicano fue acusado ante la Corte Federal por una decena de personas que se presentaron como sobrevivientes anónimos de la matanza de Acteal, en el estado de Chiapas, en la que murieron 45 hombres, mujeres y niños en diciembre de 1997.

El expresidente Ernesto Zedillo. Foto: Xinhua / Rodrigo Oropeza
De acuerdo con la acusación, la masacre de Acteal ocurrió a raíz de la implementación por parte del gobierno mexicano de El Plan de Campaña Chiapas 94, descrita como una estrategia secreta del gobierno para aplastar el movimiento insurgente zapatista de la década de 1990.
La demanda fue interpuesta, por el despacho de abogados Rafferty Kobert Tenenholtz Bounds & Hess, con sede en Miami, Florida, a nombre de seis hombres y cuatro mujeres, sobrevivientes de los hechos y viudas e hijos de las víctimas, cuyos nombres se mantienen bajo reserva.
El proceso civil contra Zedillo tuvo lugar la corte en Connecticut por ser esta la entidad de residencia del ex presidente mexicano, que se desempeña actualmente como profesor en la prestigiosa Universidad de Yale en New Haven.

La audiencia está agendada para el 18 de julio en la sede de la Corte en New Haven. Es previsible que, en los próximos días, los abogados de Zedillo presenten copia y traducción de la sentencia del tribunal colegiado, lo que debilitará sensiblemente el caso de los demandantes, pues los tribunales de Estados Unidos siempre se pliegan a la posición del Poder Ejecutivo en materia de inmunidad.

Los abogados de Zedillo han reiterado una y otra vez que la nota diplomática no tuvo relevancia, y que sus contrapartes sólo buscan prolongar artificialmente el litigio.

martes, 28 de mayo de 2013

Mujeres Migrantes

Mujeres Migrantes

Por Rubén Figueroa, Somoselmedio.org 

Fotografías: Mario Marlo

Eran las 10:00 am. en un centro de detención para migrantes en California, cuando Daniela tomó el teléfono para avisar a su esposo  que en  unas horas sería deportada a Honduras. De inmediato él pidió permiso  a la empresa donde laboraba para ausentarse, tomó su auto  y se dirigió  a su casa, tomó a su hija Carolina de  año y medio; su madre seria deportada.
“Fue a través de un vidrio que vi por última vez  a mi hija,  sólo pude verla por unos minutos y esposada de pies y manos me subieron al avión, durante el viaje a mi país recordé cuando mi madre salió de Honduras con destino a los Estados Unidos, yo tenía 9 años”, relata Daniela.
Sin padre, ella quedó en custodia de sus abuelos y hermanos mayores, en los barrios de la capital hondureña, Tegucigalpa. Justo el día de su cumpleaños Daniela lloró la partida de su madre.
A pesar de la constante comunicación, Daniela esperaba el momento en que su madre entraría por la puerta por donde un día ella salió. Pasó 6 años sin verla y un 23 de julio del 2006  por la madrugada junto con un primo, Daniela dejó  atrás los momentos de tristeza para ir en busca de su madre, con solo 1, 000 lempiras (500 pesos).
“Logré llegar a California donde conocí a Pedro, nos juntamos y tuvimos  a  Carolina, la razón por la que me encuentro en estos caminos sufriendo, pasando tragedias. Yo no cruzaré la frontera, cruzaré ese vidrio que un día nos separó, por donde vi por última vez a mi hija”. Exclama Daniela con lágrimas en sus ojos.
Fue en Santa Elena, Guatemala, cuando decidimos junto con otros compañeros de viaje tomar la ruta de la técnica a Palenque, Chiapas, para ingresar a México. Ya estando de lado mexicano,  caminamos por una zona que parecía selva, todo era potrero, de pronto 5 hombres armados nos salieron al paso,  a todos nos desnudaron, a uno de mis compañeros lo golpearon en su cara y empezó a sangrar, a mí me dio mucho miedo y mejor cerraba mis ojos; de pronto uno de ellos me dijo: “párate y camina”. Yo le dije: ¿A dónde me llevas? ¿Qué me van hacer?,  “Lo que a todas” me respondió el hombre.
De pronto sentí  un golpe en mi cara, me aventó al suelo, uno de ellos empezó a quitarme mi ropa, yo gritaba,  pedía ayuda pero en medio de la nada, ninguna persona escucharía mis suplicas. Tres de ellos me violaron, “ya te puedes ir” me dijeron. Salí corriendo, sentía tanto miedo y tristeza, lloraba de rabia, llevaba como 15 minutos corriendo cuando escuche mi nombre, era mi primo y los demás compañeros, ellos me estaban esperando escondidos en los montes, seguimos el camino hasta llegar a un carretera, tomamos una combi y llegamos a Palenque.
Ahí tomamos el tren en la madrugada, estaba lloviendo y casi resbalo cuando me estaba subiendo. Viajamos por muchas horas, lloraba en silencio y me acordaba de mi hija, eso me daba ánimo de seguir adelante a pesar de lo que me había pasado.
Nosotras las mujeres sufrimos mucho en este camino,  cualquiera se aprovecha por nuestra condición, siempre hay una razón por la cual tomamos la decisión de emigrar, de salir de nuestros países”.
El sufrimiento y las agresiones se agudizan en cuanto entran a México.
Las estadísticas de agresiones contra la mujeres indican que  7 de cada 10 mujeres sufren de abuso sexual  y 9 de cada 10 son acosadas sexualmente  durante el viaje  rumbo a los Estados Unidos, esos números son alarmantes pero hasta el momento no existen mecanismo para contrarrestar  estos crímenes; las mujeres viajan con el pánico de que en cualquier momento pueden ser violadas, ya sea por bandas del crimen organizado o por alguna autoridad policiaca. Un gran número de mujeres secuestradas son destinadas a ser empleadas para laborar en centros de vicios,  es decir muchos de los secuestros que ocurren en México hacia los migrantes  son exclusivamente hacia mujeres, con la finalidad de entregarlas a bandas que se dedican a la explotación sexual. Uno de los estados donde existe un alto índice de este crimen es Chiapas, es  común ver a jovencitas  de origen centroamericano de entre 15  a 18 años laborando en bares, cantinas y burdeles donde son obligas a ejercer la prostitución  contra su voluntad.
En su mayoría, las  mujeres que deciden emigrar es porque en su país de origen sufrieron  de violencia intrafamiliar, son víctimas de la inseguridad en sus países, muchas de ellas fueron incluso obligadas a trabajar  para mantener a sus parejas sentimentales; la decisión de emprender el viaje rumbo a México es porque su vida corre peligro.  “Tengo mucho miedo de subirme al tren, pero más miedo me da regresar a mi país”,  indican la mayoría de ellas.
Cuando se internan a territorio mexicano,  el peligro se agudiza. Durante el viaje, al igual que el resto de sus compañeros,  tienen que tomar caminos peligrosos y subirse al tren, algunas recurren a un traficante de personas para que las guie pero  incluso ellas también  son  abusadas por estos llamados  “coyotes”.
En los últimos años, la migración por parte de las mujeres ha incrementado. En  los albergues donde les ayudan  es notable observar dicho incremento, ellas son el grupo más vulnerable de los vulnerables,  se han documentado casos de mujeres que sufrieron violaciones sexuales durante la entrada  al país, durante el tren en movimiento o cuando alguna autoridad policiaca las detuvo.
El valor de las mujeres migrantes es admirable a pesar de lo que les pasa en el camino, no detienen su viaje,  porque dicen ellas “no quieren seguir sufriendo en sus países”. Hoy día es necesario  exigir mayor atención hacia ellas, que en México existan leyes que lleven verdaderamente a prevenir estos delitos  cuando transitan por nuestro país, pero sobre todo que exista un ley migratoria de acuerdo a la realidad de estas personas, que ayude a sacarlas del “infierno”  como le llaman a la ruta migratoria, para así no sufrir estos atropellos, es decir, ya es hora de parar este holocausto  y la mejor manera es otorgar un permiso o visa de tránsito para que viajen dignamente y se acabe la migración violenta.
Hasta el momento ellas solo forman parte de las estadísticas de secuestros, violaciones, asaltos y   trata de personas,  ningún organismo o institución le ha importado realmente lo que les sucede a estas valientes mujeres; por lo menos no se ven en la ruta que ellas toman durante su paso por México. Ellas  son víctimas  de la delincuencia  organizada, pero también son invisibles  e  ignoradas  por este gobierno y  sociedad machista.
Mujer Migrante
La bestia calla cuando la negra noche se apodera de tus sueños ,ella es su cómplice en esta misión de acabar con tu libertad , tus ojos brillantes se nublan en medio de la obscuridad, un escalofrió recorre tu cuerpo migrante y sin compasión es llevado al matadero, ahí las manos sucias del malvado rasgan tus vestiduras para arrebatar tu inocencia, quisieras morir, pero tu valentía y coraje puede más que la indiferencia que permite el cobarde crimen cometido hacia ti, te levantas y continuas la ruta de la muerte.
Rubén Figueroa – Movimiento Migrante Mesoamericano