Cafeticultores bajo ataque, en los altos de Chiapas
Texto y fotos: Orsetta Bellani
ALDAMA, CHIAPAS.- Araceli tiene tres años y sabe que cuando se escucha un disparo se debe tirar al suelo. Se lo enseñaron después de que la cocina de su casa fue baleada. Era el 22 de enero de 2019 y su madre, su tía y su abuela – todas ellas bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) – hacían tortillas frente a su fogón, cuando desde la comunidad de Santa Martha (Municipio de Chenalhó) llegó una ráfaga que agujereó las paredes de tablas y destruyó el techo en lámina. Por fortuna, esa vez no hubo heridos.