Las organizaciones abajo firmantes reiteramos nuestra indignación e inconformidad con la prolongada e injusta detención del compañero Alejandro Díaz Santiz, el cual lleva casi 17 años sin mirar cielo abierto, encerrado en diferentes penales de Veracruz y Chiapas.
Hoy en día Alejandro se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad de Villa Comaltitlán, Tapachula , Chiapas. Donde están encerrados los sentenciados por delitos de fuero federal, este NO es el caso de Alejandro Díaz, quien se siente amenazado y torturado psicologicamente por las dificiles condiciones de vida en ese penitenciario.
El compañero Alejandro es indígena tzotzil de 35 años, está preso desde el 1999 acusado de un homicidio que no cometió. Al momento del arresto no hablaba español, fue torturado, nunca tuvo acceso a un traductor y no podía contar con dinero suficiente para una defensa legal adecuada. Es decir fue detenido y encerrado por ser pobre e indígena, algo muy común en la lógica racista del sistema colonial de justicia en México y en Chiapas.
Se politizó en la cárcel y se adhirió a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN. Se organizó con otros presos y presas en un colectivo llamado “Solidarios de la Voz del Amate”, cuyos integrantes – tras muchas acciones emprendidas y participadas por el mismo Alejandro – lograron su libertad en Julio de 2013. Alejandro Díaz Santiz es el único integrante de esa organización aún detenido, a pesar de haber realizado una huelga de hambre de 39 días en el octubre de 2011.
Hoy en día Alejandro se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad de Villa Comaltitlán, Tapachula , Chiapas. Donde están encerrados los sentenciados por delitos de fuero federal, este NO es el caso de Alejandro Díaz, quien se siente amenazado y torturado psicologicamente por las dificiles condiciones de vida en ese penitenciario.
El compañero Alejandro es indígena tzotzil de 35 años, está preso desde el 1999 acusado de un homicidio que no cometió. Al momento del arresto no hablaba español, fue torturado, nunca tuvo acceso a un traductor y no podía contar con dinero suficiente para una defensa legal adecuada. Es decir fue detenido y encerrado por ser pobre e indígena, algo muy común en la lógica racista del sistema colonial de justicia en México y en Chiapas.
Se politizó en la cárcel y se adhirió a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN. Se organizó con otros presos y presas en un colectivo llamado “Solidarios de la Voz del Amate”, cuyos integrantes – tras muchas acciones emprendidas y participadas por el mismo Alejandro – lograron su libertad en Julio de 2013. Alejandro Díaz Santiz es el único integrante de esa organización aún detenido, a pesar de haber realizado una huelga de hambre de 39 días en el octubre de 2011.
Desde entonces el compañero ha seguido concientizando a más internos sobre sus derechos y sobre los procesos organizativos posibles en una cárcel. Además ha ido prestando su voz para denunciar los atropellos y la corrupción de las autoridades penitenciarias a daño de la población carcelaria, desafiando a directores y funcionarios. Por todo ello podemos decir que el traslado forzoso a Villa Comaltitlán es una venganza política del mal gobierno contra Alejandro, castigado por apoyar y concientizar a los demás presos y no callarse ante los abusos contra las personas detenidas.