El obispo Raúl Vera, compañero de Mons. Samuel Ruiz, adeptos ambos de la teología de la liberación, fue convocado por el vaticano para dar cuenta sobre su militancia fuera de la filosofía del Vaticano.
En 1995 fue nombrado obispo al lado de Mons. Samuel Ruiz, oficiosamente para vigilar este quien fue llamado "el obispo rojo" o "comandante Samuel" en relación con su fuerte acción dentro de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, inspirada en 1968 por la teología de la liberación en la conferencia de Medellín.
Al jubilarse Don Samuel Ruiz, Raúl Vera era el que tenía que recuperar el obispado de San Cristóbal pero eso le fue negado por la Iglesia, violando así sus propias reglas (el derecho canónico) y lo mandaron al norte del país, a la ciudad de Saltillo, Coahuila, Norte de México.
Después de 15 años con Samuel Ruiz, Raúl Vera abraza la causa indígena y las teorías de la liberación "dios actúa para liberar a su pueblo", "poner de pie los pueblos y darles de nuevo su dignidad" promoviendo así la crítica de las realidades sociales existentes, la toma de conciencia y la auto-organización de los oprimidos, actores de su propia historia, luchando para sus reivindicaciones políticas y culturales.
Las realidades en el Norte del País son muy diferentes y allá Raúl Vera apoya a los migrantes de centroamericanos quienes intentan pasar a Texas, sin ser víctimas del crimen organizado. No sólo les da un fuerte apoyo sino también propone soluciones, como la idea de una visa humanitaria para cruzar México y así sacarlos de la clandestinidad.
Al fallecer Mons. Ruiz, este año, Raúl Vera fue nombrado presidente del Centro de Derechos Humanos FrayBa, al mismo tiempo está encabezando otra organización parecida en el norte del país. Invitado al XXI aniversario del CIDECI (Universidad Autónoma y Autosuficiente de San Cristóbal) tuvo que rechazar la invitación por lo mismo de la convocatoria de Roma.
Raul Vera y Samuel Ruiz |
Raúl Vera, 66 años, ha recibido muchas amenazas por lo que su lucha en contra de la inercia política y la responsabilidad del estado en la guerra contra los narcos molesta y calificó de genocidio la guerra del presidente Felipe Calderón en contra del narcotráfico (40 000 muertos y 10 000 desaparecidos desde 2006). Para él esta guerra es una "burla" que no podrá ser resuelta si no hay un cambio en las esferas políticas y financieras, metidas con el tráfico. Esta posición no va en la misma línea que la de la opinión clásica de la Iglesia Mexicana, la cual apoya esta guerra indispensable, a pesar del costo de sangre!
De igual manera, denuncia la corrupción, el disfuncionamiento de la justicia o la explotación económica de los más oprimidos. Luchó por las familias de 65 mineros sepultados en una mina en el 2006, hechos que quedaron en la impunidad. De hecho sigue denunciando las condiciones de trabajo de los obreros en las minas de carbón y el desinterés del estado por mejorar la situación. Apoyó a 14 prostitutas, quienes habían sido violadas por paramilitares en el 2006 y quedaron sin condenaciones serias!
Desde este año Raúl Vera es atacado por otros frentes. Primero, las agencias católicas y varios militantes cuestionan su trabajo con las asociaciones civiles que promueven la despenalización del aborto. Para él, "estar a favor de la despenalización no significa estar a favor del aborto, detienen a mujeres indígenas porque hicieron abortos naturales, espontáneos, o abortos no provocados....se encuentran en la cárcel". Los más tradicionalistas lo nombran "el obispo genocida".
Sus denuncias en contra de "discriminaciones, violencias, rechazo social y familiar que sufren los homosexuales en México" fueron sin duda la cereza en el pastel y provocaron el llamado inmediato del obispo por Vaticano. El trabajo de asociaciones homosexuales cristianas en su diócesis, la figuración del objetivo de "rescatar la dignidad de la comunidad LGBT en una iglesia inclusiva" en el nuevo plan diocesano pastoral, provocó la rabia de unos sacerdotes de su diócesis.
"Tuve que aceptar las críticas de los buenos católicos que me acusaron a la nunciatura, pero salí para defender la dignidad y los derechos que también tienen los homosexuales, como ciudadanos" formando parte de las categorías "más vulnerables de la sociedad", tienen que beneficiar de la "protección del estado", dijo. El prelado Mexicano sostiene por lo tanto su rechazo a la idea de "matrimonio homosexual" y asegura su diferencia con respecto a la asociación.
Objeto de muchas amenazas de muerte, (varias fueron denunciadas ante la ONU) el pasado mes de julio, un cartel enorme fue colgado en la pared de la catedral de Saltillo "QUEREMOS UN OBISPO CATOLICO". Muchas ONG llamaron al estado a tomar medidas de seguridad que Vera rechazó.
Será entonces en ese mes que el obispo tendrá que explicarse y defender esta iglesia que trabaja al lado del pueblo, buscando su emancipación.
Así "otra iglesia" existe, y para los anticlericales más radicales terminaremos este artículo por un comunicado de la comandancia del EZLN después de la muerte de Samuel Ruiz:
“Ahora que está de moda condenar a toda la Iglesia Católica por los crímenes, desmanes, comisiones y omisiones de algunos de sus prelados…
Ahora que el sector autodenominado “progresista” se solaza en hacer burla y escarnio de la Iglesia Católica toda…
Ahora que se alienta el ver en todo sacerdote a un pederasta en potencia o en activo…
Ahora sería bueno voltear a mirar hacia abajo y encontrar ahí a quienes, como antes Don Samuel, desafiaron y desafían al Poder.
Porque est@s cristianos creen firmemente en que la justicia debe reinar también en este mundo.
Y así lo viven, y mueren, en pensamiento, palabra y obra.”
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