jueves, 27 de diciembre de 2012

Miguel Chanteau La Sociedad Civil Las Abejas

LA SOCIEDAD CIVIL LAS ABEJAS 








En el mundo indígena las mujeres no heredan la tierra porque se supone que están bajo la protección de sus padres o de su marido. 

En Tzajalchen, un paraje del municipio de Chenalho, en diciembre de 1992, se sucito un problema familiar entre dos hermanas ‘(Catarina y Maria), y un hermano (Agustin) por la disputa de 120 hectáreas de tierra que reciben como herencia de su padre. Por el simple hecho de ser mujeres, Agustin no quiere reconocer el derecho de sus hermanas a la tierra. Pero ellas reclaman la tierra para sus hijos. 

Como se acostumbra en las comunidades indígenas, se realiza una asamblea en la comunidad para resolver este conflicto y se decide repartir las tierras en partes iguales, dando un lote a los sobrinos de Agustin, quien se opone a esta decisión y entrega las tierras a otros campesinos del paraje vecino, Tzanembolom. Mientras tanto, los sobrinos siguen reclamando su parte. 

Un día que en la escuela de Tzanembolom hubo una junta de cafeticultores, los sobrinos están presentes. Terminando la junta y cunado regresan a su casa caen en una emboscada, puesta por los nueves propietarios. Unos de los sobrinos muere, y dos quedan heridos. El catequista mariano y el presbiteriano Manuel acuden a auxiliar a los heridos y los llevan a la escuela. El maestro invita a mariano y a Manuel a acompañar a los heridos con sus oraciones mientras trate de establecer contacto por teléfono con las autoridades municipales de la cabecera, distante por lo menos unos 40 km. El juez da la orden de trasladar los heridos hasta donde pueda llegar un camión. 
Mariano, Manuel y otros compañeros fabrican dos literas con ramas y en plena noche llevan a los heridos hasta el lugar indicado. Casi todo el Ayuntamiento se ha desplazado con el juez. Los heridos son cargados en el camión, y los cincos socorristas están invitados a acompañarlos. 

Mientras tanto los espera una ambulancia en la Cabecera. Son las siete de la mañana. Yo salgo de la iglesia y viendo a mucha gente, trato de saber que esta pasando pero es en vano. La ambulancia sale. El presidente Municipal comprado por Agustin, pide a Mariano, a Manuel y a sus compañeros ir en minibús atrás de la ambulancia hasta san Cristobal. Inmediatamente, el Presidente llama por teléfono el procurador de justicia de san cristobal, acusando a los 5 socorristas de ser los responsables de la emboscada. La Ambulancia se dirige hacia el hospital mientras el minibús va directamente a la cárcel. El asunto llega rápidamente a oídos de los indígenas de Tzajalchen y de Tzanembolom, campaneros de los sobrinos de Agustin organizan una marcha hasta san cristobal para lograr la liberación de los presos, piensan quedarse algunos días en plantón frente al ministerio de Justicia. Durante la noche se duermen en el atrio de la iglesia de san Nicolas. 

Un periódico de Tuxtla Gutiérrez al servicio del Gobernador, El Cuarto Poder (24/12/1994) me acusa de ser el autor intelectual de la protesta de los indígenas. Se puede leer en primera plana en letras grande: “Sacerdote francés agita en Chenalho”. Mas abajo sigue un articulo anónimo: “Miguel Chanteau guía a los indígenas en su ignorancia a cometer atrocidades”. En realidad yo no sabia nada y estaba tranquilo en mi casa, cuando un amigo me puso al tanto de esos rumores, ofreciéndome asilo en su casa en san cristobal, mientras se calmara la tempestad 


Es la temporada de las fiestas: La virgen de Guadalupe, Navidad y Ano nuevo. Todas las instancias jurídicas están cerradas. Entonces los indígenas deciden regresar a sus parajes. Pero aprovechan esos días para movilizar no solamente a Chenalho sino a otros municipios: Pantelho, Chalchihuitan, Larrainzar, Simojovel, El Bosque. 



En los primeros días de enero, centenares de indígenas marchan a san cristobal y a Tuxtla Gutiérrez. Después de quince días, el Procurador de Justicia decreta la liberación de los cinco detenidos. Los manifestantes se trasladaron en procesión hasta la cárcel, a 14 km. En realidad ellos transforman esta manifestación en Vía Crucis, una estación por cada kilometro. Llegados a la cárcel, el guardián principal pretende no haber recibido la orden de puesta en libertad. Son las tres de la tarde, los empleados s quieren salir, terminando su día de trabajo. Los indígenas bloquean las puertas diciendo: “nadie va a salir mientras nuestro compañero s no son liberados”. 

Por fin, se abren las puertas y la marcha regresa triunfante hasta la catedral de San Cristobal, donde Don Samuel celebra una misa de Acción de Gracias durante la cual resalta la fuerza de la unión. 


A su regreso a Tzajalchen y Tzanembolom, los campesinos deciden conformarse en una organización que les permita defender sus derechos. Así es como 22 comunidades conforman el grupo “las abejas”, sosteniendo que: “debían juntarse y construir su casa como el panal de las abejas, donde todos trabajamos en colectivo, y que gocemos de lo mismo y producir la miel para todos, aunque sabíamos que el trabajo iba a ser lento pero seguro. Diversos abusos de autoridad de autoridad como agresiones (muertos, heridos, violaciones de mujeres, incluso embarazadas), aprehensiones injustas se fueron dando en las comunidades integrantes de “Las Abejas”, creando un clima de fuerte tensión. Mediante marchas realizadas por los habitantes se logra la libertad de los presos injustamente encarcelados en relación con esto s problemas por falta de pruebas de parte de la Procuraduria de Justica del Estado”. En enero de 1994, Las Abejas deciden continuar como grupo de la Sociedad Civil no integrándose al EZLN. Ante Las diferencias y conflictos surgidos en tres grupos simpatizante del EZLN y grupos priistas, “Las Abejas” actúan como grupo civil mediador ante estos conflictos. Desde su formación han recibido capacitación en cursos de no-violencia, defensa y promoción de los derechos humanos impulsando en sus bases una cultura de tolerancia, respeto a la diferencia y la negociación en los conflictos que han vivido en sus municipios. El 22 de diciembre de l 1997, no obstante, “Las Abejas” reciben una fuerte ofensiva que provoca en Acteal la muerte de 45 personas, todas ellas mujeres nonos y ancianos integrantes de Las Abejas 

En 1998 esta organización recibirá el Premio Nacional de Derechos Humano “Don Sergio Mendez Arceo”, premio otorgado “para reconocer y estimular a organizaciones, grupos y personas que se han destacado por su valor en la defensa y promoción de los derechos humanos en Mexico.

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