Se reavivan los conflictos en Chenalhó
-Relacionados con excarcelaciones de la masacre de Acteal, consideran.
Autoridades e indígenas evangélicos, de la colonia Puebla, en el municipio de Chenalhó, allanaron el terreno de la ermita católica y amenazaron a la comunidad del pueblo creyente con despojar de una parte del terreno en los próximos días.
En una denuncia enviada a las autoridades, el catequista Francisco López Santis y los católicos Nicolás Arias Cruz y Juan Hernández López, detallaron que los hechos ocurrieron el pasado lunes 29 de abril aproximadamente a las 3 de la tarde cuando un grupo de aproximadamente 140 personas rompieron la puerta de entrada al predio propiedad de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Los agresores estaban encabezados por el comisariado ejidal Agustín Cruz Gómez y por los titulares de la agencia municipal del consejo de vigilancia, del comité de educación, del patronato de obra, del comité de salud y del comité de luz, y “todos ellos pertenecientes a religiones evangélicas y muchos de ellos pastores de las mismas”, denunciaron los católicos.
Relataron que luego de romper la puerta, los evangélicos, ingresaron a la propiedad que mide 66 metros de fondo y donde se ubica la ermita y una cocina comunitaria, “y después de medir y colocar una mojonera (marca) a 28.3 metros de la entrada amenazaron con que se iban a apoderar de esa fracción del terreno así como de material de construcción que se encuentra en ese espacio”.
Los católicos aseguran que los evangélicos se burlaron de las mujeres, aproximadamente 20 que estaban rezando “y metieron mucho miedo a las mujeres y niños que estaban ahí”.
Los católicos que suman 32 familias en la colonia Puebla, explicaron que desde el 7 de abril iniciaron las obras de remodelación y construcción de un templo, “debido a que el techo del antiguo templo ya se estaba rompiendo y también las paredes, se acordó que era mejor demolerla para evitar el peligro de que cayera”, posteriormente el 24 enviaron un escrito al alcalde José Arias Vázquez, informándole de la decisión.
El 29 de abril, momentos antes de la intromisión, los evangélicos y las autoridades comunales se habían reunido en asamblea para expresar su molestia por la demolición del templo “alegando que esa iglesia antigua no es sólo es de los católicos sino de toda la gente” argumentando que participaron en su construcción en 1974 y también aportaron dinero, por lo que pidieron que “declaran a los católicos culpables de haber hecho esa demolición”.
Los católicos destacan en su carta que también envían al obispo Felipe Arizmendi Esquivel que pertenecen a diversas organizaciones que son Sociedad Civil de las Abejas, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)..
Comentan que el actual comisariado ejidal Agustín Cruz Gómez y otras autoridades “fueron los mismos que torturaron a varios de nuestros compañeros el 17 de septiembre de 1997” antes de la masacre de Acteal.
Consideran que la agresión al templo católico esta relacionado con la reciente “excarcelación de Jacinto Arias Pérez, ex presidente municipal de Chenalhó a quien la PGR señaló como líder de los paramilitares que ejecutaron la masacre de Acteal pero al que ordenó liberar la Suprema Corte de Justicia”. El fue evangelista, luego catolico y por fin en cárcel volvió de nuevo evangelista. Es muy probable que desde su recién liberación esta reactivando grupos aliados.
Explican que el templo católico se construyó en un terreno de José Cruz Gómez quién “lo cedió a cambio de otro terreno; no hay papel porque no se usaba en ese tiempo, el acuerdo fue solo de palabra. Pero es pública y notoria la posesión pacífica y continuada de ese predio durante más de 30 años por parte de la iglesia católica, por lo que tenemos pleno derecho a la propiedad del mismo y cualquier cosa que se diga en contra no son más que pretextos descarados para justificar un despojo”.
Ante estos hechos exigieron "la inmediata y justa solución de este problema, respetando nuestra propiedad y nuestro derecho de libre asociación y de libertad religiosa, así como el derecho de propiedad de nuestro templo y terreno y el derecho de disponer libremente de ellos siempre que no sea para agredir ni para molestar la integridad física y moral de otras personas y que cesen los hostigamientos contra la religión católica que empezaron desde que en 1997 comenzaron a discriminarnos".
Asimismo, pidieron a "a los pastores y miembros de otras religiones que dejen de lado su actitud agresiva y de discriminación, ya que si todos somos religiosos tenemos que vivir en armonía entre hermanos como lo dice la palabra de Dios y no estarnos agrediendo y molestando, cada quien es libre de practicar su culto y debe respetar a que los demás hagan lo mismo".
Señalaron que "también se platicó que en caso de que hubiera todavía materiales que sirvieran se aprovecharan para volver a utilizarlos, pues seguramente van a hacer falta para la nueva ermita y no tenemos suficiente dinero para comprarlos".
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