Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés
6 de mayo de 2015
Buenas tardes, compañeros, compañeras, hermanos y hermanas.
Les voy a compartir sobre el cómo es que nosotros, nosotras, la tenemos como nuestras armas la resistencia y la rebeldía.
Antes de empezar eso, el cómo es que hacemos la resistencia y la rebeldía, les quiero recordarles que nosotros somos armados. Ahí tenemos nuestras armas, como una herramienta más en la lucha, así lo decimos ahora. Nuestras armas es una herramienta de lucha, es como machete, hacha, martillo, pico, pala, azadones, esas cosas; porque cada herramienta tiene su función, pero el arma, su función es, si las usas, es que matas.
Entonces al principio cuando salimos en el amanecer del año 1994 salió el movimiento de miles de mexicanos y mexicanas, en todas partes, donde salen hasta que se convirtió a millones, donde presionan al gobierno, al pelón, le decimos nosotros, el pelón de Salinas, que tiene que sentarse a dialogar a nosotros; y a la vez también a nosotros nos están diciendo que tenemos que dialogar y negociar.
Bueno, entonces lo entendimos pues, la voz del pueblo de México. Entonces se dio la orden de que tenemos que replegarnos en la lucha violenta; entonces descubrimos, por parte de las compañeras, porque tuvimos nuestros muertos en el combate, que esas compañeras empezaron a dar otra forma de pelear, digamos así. Porque entonces el gobierno, meses, un año, dos años después, nos quieren comprar, como decimos, quieren que nosotros recibamos para que nos olvidamos de la lucha.
Entonces muchas compañeras hablaron y dijeron de que por qué y para qué murieron los compañeros en el amanecer del 94. Así como ellos, ellas, o sea los combatientes salimos a pelear contra el enemigo, entonces tenemos que ver como enemigo también el que nos quiere comprar, o sea que no recibir eso, lo que quieren dar.
Entonces así empezó. Nos costó mucho porque no podíamos hacer los contactos de zonas a otras zonas porque se llenó de militares, entonces poco a poco fuimos haciendo los contactos con los compañeros de una zona a otra zona para empezar a pasar esa voz que empezaron a decir las compañeras, que no hay que recibir lo que da el mal gobierno, que así como los combatientes salieron a pelear en contra de los enemigos que nos explota, así tenemos que hacer también como bases en que no hay que recibir eso. Entonces así, poco a poco, fue extendiéndose en todas las zonas.
Ya ahorita ya podemos dar varios sentidos lo que es rebeldía y resistencia para nosotros, porque es que ya fuimos descubriendo, practicando en los hechos, o sea ya podemos dar teoría, como se dice. Para nosotros resistencia es ponerse fuerte, duro, para dar respuesta a todo, cualquiera de los ataques del enemigo, del sistema; y rebelde es ser bravos, bravas para igual responder o para hacer las acciones, según la que convenga, ser bravas, bravos para hacer las acciones o lo que necesitamos hacer.
Entonces la resistencia descubrimos que no es nada más resistir a tu enemigo, de no recibir lo que da, las limosnas o sobrantes. Descubrimos que la resistencia, hay que resistir las amenazas o provocaciones que hace el enemigo, hasta por ejemplo, los ruidos de los helicópteros; sólo nada más con el ruido de los helicópteros empiezas a tener miedo, porque la cabeza te avisa que te va a matar, entonces sales corriendo y es ahí donde te ven, y es ahí donde ya te ametrallan. Entonces es no tenerle miedo, hay que tener resistencia, o sea tienes que ponerte fuerte de que no corras cuando escuchas el ruido. De por sí el pinche ruidero del helicóptero da miedo, te espanta, y es nada más no tenerle miedo, quedarte quieto, quieta.
Descubrimos eso, que no sólo es la de no recibir. Nuestra rabia, nuestro coraje contra el sistema también tenemos que resistirla, y lo difícil o lo bueno, difícil y bueno al mismo tiempo, es que esa resistencia y rebeldía hay que organizarla. ¿Y cuál es lo difícil? Es que somos miles los que usamos esa arma de resistencia y somos miles también que se puede convertir la rabia, entonces, cómo controlar eso, cómo usar al mismo tiempo para hacer la lucha, son dos cosas difíciles, por eso empecé diciendo que ahí tenemos nuestras armas.
Pero lo que hemos visto es que la resistencia sabiéndola organizarla y teniendo organización primero, por supuesto, no puede haber así nada más resistencia y rebeldía si no hay organización, entonces organizar esas dos armas de lucha nos ayudó mucho para tener, digamos que se abre más la mente, la forma de ver.
Recuerdo de una asamblea de compañeros y compañeras, de qué forma, porque es que se hace con trabajo político, ideológico, mucha plática, mucha orientación a los pueblos sobre la resistencia y la rebeldía. Entonces recuerdo que los compañeros y compañeras ponen en la balanza, esa que se dice la lucha política pacífica y la lucha violenta. Entonces algunos de nuestros compañeros, compañeras, dicen: ¿qué les pasó a nuestros hermanos de Guatemala? –nos hacemos la pregunta– 30 años de lucha violenta y qué cosa hay lo que tienen ahora nuestros hermanos.
¿Por qué tenemos que organizar bien la resistencia en la lucha política pacífica? ¿Por qué tenemos que preparar nuestra resistencia militar? ¿Cuál es la que nos conviene?
Entonces nos damos cuenta ahí que lo que queremos es la vida, como lo que decíamos antes de la sociedad civil mexicana, que esa movilización que hicieron el 12 de enero de 94 es que quieren nuestra vida, que no nos muriéramos. ¿Entonces cómo tenemos que hacer eso? ¿Qué cosa tenemos que hacer más para hacer la resistencia y la rebeldía?
Es ahí donde descubrimos que hay que resistir sobre las burlas que nos vaya a hacer la gente sobre nuestro gobernar, nuestra autonomía. Hay que resistir las provocaciones del ejército y la policía. Hay que resistir los problemas que vayan a causar las organizaciones sociales. Hay que resistir todas las informaciones que salgan en los medios, de eso que dicen que los zapatistas ya se acabaron, ya no tienen fuerza, en este caso, que el finado Marcos que ya está negociando bajo la mesa con Calderón, o que está dándole paga para su salud el Calderón porque ya se va a morir, bueno, ya está muerto ya, murió de por sí (inaudible), pero no porque él se fue a (inaudible) al Calderón, sino por darle vida a otro compañero.
Bueno todos esos bombardeos psicológicos, podemos decir, para que entonces se desmoralicen nuestras bases, un montón de cosas que hay que resistir.
Luego descubrimos la resistencia a todos nosotros, porque empezamos a tener varios trabajos, responsabilidades, pues en este caso a nosotros hay problemas en la casa, no sé ustedes a lo mejor no, entonces surgen los problemas y la resistencia se empieza a aplicar individualmente, y al mismo tiempo la resistencia se aplica colectivamente.
Cuando hacemos individualmente es cuando pues mi papá, mi mamá o mi mujer ‘¿dónde estás?, ¿qué estás haciendo?, ¿con quién andas?’, etcétera, ¿no? Entonces uno tiene que resistir de que no vaya a hacer nada mal que pega a la mujer o abandona su trabajo, porque luego hay reclamos, que no hay maíz, que no hay frijol, que no está la leña, y hay problemas con los hijos. Es ahí donde se individualiza la resistencia.
Cuando se hace en colectivo la resistencia es que es con disciplina, es decir, con acuerdo. Es que nos ponemos de acuerdo cómo le vamos a hacer para enfrentar algunos problemas. Por ejemplo, les voy a dar un ejemplo reciente. Hace cosa de… pues creo el mes de febrero, un grupo de personas con otro grupo de un terreno recuperado que ahí está viviendo esa gente que no son zapatistas, que no les estamos diciendo nada, pero ellos tienen la idea de que quieren ser dueños de la tierra, entonces están gestionando la tierra para que se legalice.
Entonces se ve de que el señor Velasco les está diciendo que se necesita cierta cantidad de personas, entonces esas personas empiezan a buscar en otros lados más miembros del pueblo, entonces esos miembros ahora sí empezaron a llegar armados. Llegaron a ser 58 personas, entonces empezaron a invadir el terreno de los compas, la tierra recuperada. Entonces los compas no lo vamos a dejar.
– ¿Cuántos son?
– Pues son cerca de 60.
– Basta que llevamos 600 armas y lo acabamos, porque es que tantas burlas que ya hicieron.
El potrero de los compañeros se metieron ese líquido para quemar, con el líquido mataron a un semental, destruyeron casas de los compañeros antes. Entonces los compas ya estaban así rebeldes, bravos, ya no quieren más la maldad que hacen. Entonces es cuando intervienen los compas así:
– Recuerden, compas, nosotros somos un colectivo.
Y le dicen a los compañeros, los 600 que se reunieron:
– Acuérdense de la naranja, ¿qué hemos dicho cuando una fruta se pica?, ¿qué pasa?
– Ah sí. ¿Sí, pero entonces esos cabrones acaso lo entienden así?
– Esos cabrones no nos van a imponer su tiempo de esos cabrones, sino era de nosotros.
¿Qué es lo que pasa a una naranja o una lima si lo picamos? Es que se pudre todo, ¿y en este caso qué quiere decir? Que lo vamos a afectar al resto de nuestra organización. Tenemos que preguntarle a la base si es que entonces vamos a dar respuestas violentas, entonces ya que sepan nuestras bases que vamos a entrar en otro modo. Entonces como ya veníamos pensando de por sí esto, lo que estamos llevando a cabo ahora, lo que estamos haciendo ahorita, entonces nuestras bases no permiten que se haga así.
Entonces, lo que se les dijo a los compas es que los que están muy rebeldes, bravos, encabronados, no van a ir, sólo dejen dicho nada más con sus representantes que no se van a ir porque si van, van a matar, entonces mejor no se van, digan a su responsable y que ya se sepa, y el que no se reporta es su problema de él. También los que tienen mucho miedo, tampoco se vayan. Sólo los que entienden hay que ir, no va a ir a provocar, sino va a ir a trabajar la tierra, o sea a trabajar la milpa, la casa y lo que se tiene que construir. Amaneciendo, los 600 se fueron, lo dejaron sus armas. Se coordinaron quién va a controlar.
Entonces es como se hace el control de las dos cosas, la rabia pero también el miedo. Se busca, se da explicación, se da plática, se da de entender, porque es verdad, que no van a permitir eso la gran mayoría de los compañeros.
Esa resistencia a lo largo ya de 20 años que venimos trabajando, al principio nos costó mucho porque son situaciones que nos enfrentamos y que tenemos que saber solucionar. Les voy a dar un ejemplo, ¿cómo es que nos cuesta cambiarlo? Cuando estaba en su gobierno de Salinas entonces daban los proyectos, daban proyectos en efectivo, o sea daban crédito, entonces recibían los compas, entonces imagínense pues que ya son milicianos, cabos, sargentos, o sea zapatistas. Entonces esto lo que está dando este cabrón la mitad se va para las balas, el arma y el equipo, y la otra mitad es que vamos a comprar la vaca, o sea de lo mismo que dio el gobierno se consiguió una vaca, por eso ya el gobierno después ya no dio, nomás les dio a los hermanos partidistas.
Entonces los compas tenían esa idea, por eso estoy diciendo, entonces cuando salió eso empezamos a planificar eso de ya no recibir. Nos costó mucho, pero sí lo entendieron los compas. Dijeron los compas, bueno, sí lo vamos a hacer, vamos a hacer esa resistencia. Entonces el negativo donde nos da el resultado es que cuando nos vamos a reunir, entonces dicen ‘yo no pude llegar porque yo estoy en resistencia, no tengo dinero, no tengo para mi pasaje’, eso es el pretexto, no es porque no, sino es para taparse, es un pretexto.
Pero como fuimos agarrando en serio eso de no agarrar nada del sistema, entonces descubrimos de que tenemos que darle duro al trabajo de la madre tierra, eso ya les conté estos días que hemos estado acá. Es ahí donde empezaron a tener sus productos los compañeros y se dieron cuenta los compas de que más vale trabajar la tierra y así nos olvidamos de lo que da el gobierno.
Entonces en la resistencia y la rebeldía nos empezamos a darnos cuenta de la seguridad a la organización en que estamos. Entonces se empezó a descubrir un montón de cosas, por ejemplo eso que les digo, que no hablamos con el gobierno, ni nuestras bases, ni aún haya asesinatos. Descubrimos que con resistencia y con rebeldía podemos gobernarse y que con resistencia y con rebeldía podemos desarrollar nuestras propias iniciativas.
Nuestra resistencia de hacer las cosas, ya sea en el terreno económico, ya sea en el terreno ideológico, político, cada quién la zona organiza. Unos tienen más posibilidades, otros tienen menos posibilidades, entonces vamos haciendo experimento. Por ejemplo, los compañeros de Los Altos durante sus vidas ellos están comprando el maíz, siembran pero muy poco, la gran parte tienen que comprar; y en otras zonas lo que hacen es llevar el maíz, en vez de que compran en almacén, en la bodega del gobierno, y que su dinerito de los compas de Los Altos se va en el gobierno, entonces mejor que se vaya en otro caracol. Entonces algunas veces nos ha salido bien, otras veces nos ha salido mal, pero es el mal que nosotros mismos lo producimos, porque sí, es que se lleva por tonelada, entonces los compañeros encargados de juntar el maíz no lo revisan y los compas bases de apoyo, así de cabrones, meten en medio el (inaudible) del maíz, y ya los otros compas tampoco lo revisan, entonces pasa, se va. Ya cuando llega a su destino donde se va a consumir entonces ahí sí lo revisan bien, y es ahí donde les caen que están vendiendo maíz (inaudible) entre compas, a los compas pues.
Entonces vamos corrigiendo eso, de que no se trata de eso. Si estamos en resistencia es organizar bien la resistencia. El intercambio, como se dice, o el trueque no funcionó para nosotros, porque en Los Altos no podemos llevarlo toneladas de pera o manzana, no se vende en la selva, que es lo que producen mucho los compas, verdura. Entonces no, estamos viendo cómo lo vamos a hacer, ya estamos discutiéndola, que casi vamos a la mitad sobre eso de cómo organizarlo.
Les voy a empezar a dar una serie de ejemplos. En el año 98, que es cuando desmantelaron nuestros municipios autónomos, cuando estaba todavía el Croquetas, el Albores de gobernador, en Tierra y Libertad, allá por el Caracol I, en la Realidad, entraron los judiciales, destruyeron la casa del municipio autónomo y los compañeros milicianos sobre todo, estaban pidiendo de que entonces le van a darle a los judiciales, realmente son soldados, estaban disfrazados de judiciales, y se les dijo no. Acudimos a las bases de apoyo, porque son los compas milicianos que estaban con la rabia, de que para qué nos están destruyendo nuestra casa en la autonomía.
Entonces acudimos a los pueblos, y los pueblos dicen: que lo destruyan, la autonomía la tenemos aquí y la tenemos aquí, la casa no es casa. Entonces recibimos apoyo y con más razón se da la orden de que no pueden hacer nada los milicianos, y nosotros pagamos el costo de la rabia, entonces nuestros milicianos decían ‘pinches mandos’. Entonces esas cosas empezamos a descubrir que a veces el coraje de la base, y que se ve que no nos va a ayudar a lo que se quiere hacer, entonces a veces paga el comité clandestino, o el regional, a los que tienen responsabilidad.
Otro ejemplo está cuando nos destruyeron nuestro primer Aguascalientes, el ejército. Es lo mismo, nosotros estábamos puestos, insurgentes y milicianos, porque sabíamos que como que si te quitan una parte sientes que ya estás derrotado, es que lo pensamos muy militarmente. Porque militarmente si es que pierdes una batalla ya te chingaste y te da gana de volver a recuperar, pero tienes que hacer el doble para que recuperes. Entonces otra vez eso nos orienta.
– ¿Qué es lo que queremos, la muerte o la vida?
– Pues la vida.
– Entonces que entren estos cabrones, no lo vamos a matar pero tampoco nos matan.
– ¿Entonces cómo vamos a hacerlo si ya están tendidas las emboscadas?
– Pues hay que mandar la comunicación.
Entonces tuvimos que levantar y así lo evitamos mucha muerte, por parte de nosotros y también por parte del enemigo. En una de las emboscadas sí se dio la (inaudible), y es ahí donde cayó, luego lo (inaudible), al general que cayó en Momón, el general Monterola, era Coronel creo, en ese tiempo.
Y así pasó también en el Caracol de la Garrucha cuando hubo la desmantelación de los municipios autónomos, sobre el municipio autónomo Ricardo Flores Magón. Lo mismo, se manda decir de que no se tiene que dar respuesta a la violencia que querían el enemigo y el gobierno.Y así la hemos pasado tantas provocaciones que buscan los que se dejan manipularse, en este caso de los partidistas.
Eso le ha pasado a los compañeros los que han recibido mucho esos golpes, búsqueda de provocaciones, son los compañeros del caracol de Morelia, el de Oventik, de Garrucha y Roberto Barrios, donde han actuado muy cruel los paramilitares es en Roberto Barrios y en Garrucha, en Morelia, en Oventik.
Por ejemplo, en San Marcos Avilés, donde están nuestras bases, tantas veces que han molestado. Lo que hacen los paramilitares es lo obligan a que caiga, se ve que está bien entrenado por parte del ejército y del gobierno, porque es que te fastidia; está llevando tu café, tu frijol, tu maíz, te arrancan las plantas que siembras, tumban el platanal, llevan la piña que siembras, o sea te fastidian. Hasta que un día ya nuestras bases dijeron ya, y lo bueno es porque esa rebeldía y esa resistencia es que se organiza en colectivo, entonces los compañeros y compañeras bases de San Marcos Avilés acuden a la Junta de Buen Gobierno a decir: venimos a decir que ya no aguantamos, no nos importa que nos vamos a morir pero también los vamos a llevar.
Entonces ahí es donde la Junta de Buen Gobierno y el Comité Clandestino los llaman a los compas y les explican: nosotros no vamos a decir que no, primero somos organización; segundo es que si ustedes van a quedar alguien sobreviviente ya no tienes que estar en tu población, te ves obligado a que tienes que esconderte porque no te van a dejar vivo, viva, esos cabrones, porque lo que quieren es terminar ahí las bases. Entonces lo que hay que hacer es hagan su escrito, hagan la grabación y entonces donde vamos a hacer que le llegue a ese pinche gobierno, que lo sepa que se van a morir los que están ahí y que también nos vamos a morir, y que entonces, pase lo que pase.
Luego ya buscamos otra forma más. Hicieron la grabación los compañeros, compañeras, y buscamos la forma que le llegue al gobierno, hasta ahora eso está vigente. Entonces el gobierno, lo sabemos, yo creo que les dio el dinero a esos partidistas que están ahí, se calmaron porque es su forma el gobierno cómo los ha calmado. En todo lo que han hecho es su forma del gobierno que les da un proyecto o le dan un poco de dinero para que se reparta, siempre ha hecho así el gobierno. Quién sabe que va a pasar ahora porque no va a tener el dinero el gobierno.
Sólo para dar mención de eso, de cómo resistir, porque hemos tratado, porque lo que nos damos cuenta nosotros es que por qué vamos a matar a otro indígena. Eso nos da rabia, si lo dijera tal cual lo hablamos en nuestra asamblea es horrible, porque es que entonces le empezamos a dar todos los tipos de menta al gobierno. Porque es que el coraje que nos da es por qué son tan cabrones de cómo los manipula; y luego por qué, disculpen la palabra, por qué hay pendejos, pendejas que se dejan también para que manipula a su propia raza pues.
Por ejemplo, esos los de la ORCAO. Una parte de la ORCAO ya se están dando cuenta que está totalmente mal lo que están haciendo, pero luego hay otra parte que nadie les interesa, por pago, ahí siguen amenazando. Hace un mes los compañeros de Morelia, montón de resistir lo que han hecho los de la ORCAO. ¿La CIOAC? Ni se diga, está eso del compa Galeano y está lo que pasó en Morelia, son los mismos de la CIOAC Histórica.
Entonces, como nosotros queremos la vida, pero gracias a la resistencia que la usamos, por eso no hemos acudido más a eso de matarnos entre nosotros por la manipulación que hace el gobierno.
También hemos resistido que nos llegan, es que llegan algunas visitas de México, les dicen o nos dicen a nosotros, les dicen a nuestros pueblos que por qué nosotros no seguimos la lucha armada, que porque somos unos reformistas nos dicen, otros nos dicen que porque somos unos ultras, ¿entonces a quién le creemos? No, hay que resistir esas habladas que dicen, porque se dicen las cosas, y la respuesta que decimos es que una cosa es lo que se dice y otra es la que se hace, porque decir es muy fácil, puedo gritar y todo, pero ya cuando estás ahí es otra cosa, cambia.
Gracias a la resistencia, compañeros, compañeras, hermanas y hermanos, no decimos que no es necesario las armas, pero hemos visto de que en la parte, como se ha dicho, la desobediencia, nada más que es una desobediencia organizada, es la verdad, aquí ya no entra el mal gobierno gracias a los compañeros, a las compañeras, entonces vemos que sí vamos a poder hacer mejor, más organizada la resistencia y la rebeldía en demostrar que no pidamos permiso a nadie.
Que nos pongamos de acuerdo qué es lo que tenemos que hacer nosotros, nosotras, eso es lo que nos anima, además de que la generación que está ahora con nosotros, con nosotras, o sea los que tienen ya 20 años, los jóvenes y las jóvenas, es que ellos dicen: nosotros estamos puestos y puestas, pero enséñanos cómo es lo que se quiere, el gobernarse. Entonces ahora las zonas, con organización de resistencia y rebeldía ya están formando la nueva generación de jóvenas y jóvenes para que realmente se pueda cumplir eso que dijimos ya, la palabra esa de que siglos y por los siglos y para siempre, parece ser religioso eso, pero, es de rebelde; porque es para siempre, entonces se necesita que se tienen que estar preparándose las generaciones para que nunca jamás vuelve el nieto de Absalón Castellanos Domínguez, o Javier Solórzano, uno de los grandes finqueros pues.
Entonces tenemos un gran trabajo para mejorar eso. No quiere decir, compañeros y compañeras, hermanos y hermanas, no quiere decir que estamos renunciando a nuestras armas sino que es ese entendimiento político, ideológico, rebelde, que nos da la forma de ver cómo hay que convertirlo realmente en arma de lucha esta resistencia. Ya los compañeros de las Juntas de Buen Gobierno nos están diciendo que ya se necesita otra instancia, entonces nosotros preguntábamos con los compas del CCRI ¿por qué dicen eso, compañeros, compañeras? Entonces dicen ‘es que ya lo percibimos por qué tuvo que nacer la Junta de Buen Gobierno’.
Entonces ya nos platicaron, ya nos dijeron, ya nos explicaron. Cuando los MAREZ, los municipios autónomos rebeldes zapatistas estaban sueltos, unos sí tienen proyecto, otros no tienen proyecto, otros nada, entonces cuando la Junta de Buen Gobierno ya se forma empieza a controlar los municipios para que sea parejo, igual los proyectos. Ahora como Junta de Buen Gobierno otra vez se están dando cuenta que no es igual. Unos sí tienen más proyectos porque están más a la mano, en pie de carretera, y los otros están muy lejanos, entonces no, pero nosotros como Junta de Buen Gobierno no podemos, nosotros tenemos que someter en la asamblea y en la compartición de las zonas ahí se tiene que discutir si ya es momento que tenemos que formar otra instancia, porque además estamos organizando esta resistencia y rebeldía contra esta tormenta que viene. Y más los compañeros ahora dicen: ya es hora, su momento que nos dicen, ya es su momento que tiene que haber otra instancia , porque vamos a tener que empezar a actuar en la resistencia y rebeldía, ahora sí que inter zonas, de todos los miles de zapatistas tienen que luchar con resistencia y rebeldía, entonces se tienen que organizarse. Pero gracias a ese terreno de lucha, de resistencia y rebeldía es lo que nos ha ayudado, nos ha dado orientación de cómo tenemos que llevar a cabo. Y si con eso, porque no vamos a pedirle permiso a nadie, ya para nosotros se acabó eso de que no nos la reconocieron la Ley sobre Derechos y Cultura Indígena, nos vamos; si es que entonces no nos la quieren respetar ahí está la herramienta.
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