José Osvaldo Delgado Castro, víctima de tortura, en huelga de hambre por su libertad
C. Lic. Manuel Velazco Cuello
C. Gobernador del Estado de Chiapas
C. Presidente Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chiapas.
C. Secretario General del Palacio de Gobierno del Estado de Chiapas.
Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolome de las Casas A.C.
Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Medios de comunicación Estatales, Nacionales e Internacionales
Presente:
Por medio del presente escrito me dirijo ante usted, (s) para solicitar su valiosa intervención ante los siguientes HECHOS:
Que con fecha 23 Octubre de 1997, fui aprehendido en la colonia Patria Nueva de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, siendo aproximadamente las 9:00 pm. Cuando me dirigía a mi casa luego de laborar, como ayudante de chófer de una pipa de agua, propiedad del Sr. Arturo Pérez Hernández, cuando sorprendidamente a 20 metros vi a dos sujetos vestidos de tenis viejos, shour de mezclilla Azul y playeras negra de manga mochas con dibujos de calaveras metálicas, de complexión robusta, sentados en una banqueta, y uno de ellos sostenía en sus manos una botella de agua ardiente. Al ir acercándome de pie pasé frente a ellos y como a 7 metros después escuché a mis espaldas que dijeron, "parate hijo de tu puta madre" y de pronto escuché un ruido de tronido y me detuve de espalda levantando mis manos, cuando de pronto sentí que un golpe en la espalda que me tiró de cara al suelo de manera inmediata. Levantándome del suelo del pelo y violentamente con golpes y patadas y me introdujeron a un auto coche “Jetta” de color arena. Lo distinguí ya que en ese momento me encontraba con la cara descubierta por lo cual aprecié las características del carro al cual me subieron.
Hasta ese momento yo no sabia qué pretendían estos sujetos, y ya abordo del vehículo procedieron a ponerme una capucha negra, y de espalda me cruzaron amabas manos deamente y escuché que dijeron "es la llanta, se ponchó" y minutos después escuché sirenas de torretas acelerones de motor y rechinidos de llantas. De pronto se escuchó la voz de un hombre diciendo "bájense e identifíquense hijos de la chingada" a lo que la misma voz dijo "rodéenlos" y fue cuando uno del vehículo del coche donde me llevaban dijo "ya mándalos a chingar su madre" y en ese momento reportaban en claves la situación de la llegada de las patrullas y la ubicación de mi persona y dieron mi nombre, por eso supe que hablaban de mi.
Al identificarse en ese momento supe que eran policías. Al retirarse los carros patrullas, procedieron a cambiar de llanta del vehículo, luego en ese momento me rompieron toda mi ropa como pudieron dejándome en pura ropa interior y de nueva cuenta arrancaron el vehículo y viajamos aproximadamente una hora de camino sin saber que rumbo tomábamos, pero con la certeza que íbamos en carretera.
Posteriormente el carro donde me llevaban se detuvo y me bajaron violentamente entre 3 personas, arrastrándome hacia un lugar donde me sentaron al centro de una llanta de carro sin rin, con mis manos con las esposas puestas de la misma posición que me las pusieron desde el principio. Sentado en el centro de la llanta boca arriba una persona me montaba a la altura de mi abdomen poniéndome en toda mi cara, boca, nariz empapada de agua, y otra persona sentía que me sujetaba de mis pies mientras otra vaciaba agua sobre el trapo que me sostenía en la boca, asfixiándome y así durante aproximadamente 4 hrs. Culpándome que yo había matado a balazos a personas que no conozco, viendo que me resistía a delitos que no he hecho. Luego de eso me dejaron descansar como dos horas, y luego me sacaron de la llanta, me quitaron las esposas que traía atadas mis manos detrás de mi espalda, y me las colocaron de nuevo con las manos por delante, del cual procedieron a colgarme con las manos esposadas hacia arriba y de nueva cuenta violentamente con golpes en mi abdomen me culpaban de los mismo.
En esa misma posición colgado de las manos, una persona apoyada de otra me introducían un metal de fierro, como aguja o alfiler, en las uñas de mis pies lográndome que me desmayara del gran dolor intenso, dejándome una lesión permanente en el dedo medio de mi pie derecho, del cual me torturaban repetidamente con el mismo metal que lo hacían. Perdí la noción del tiempo, no sabía dónde me encontraba y de nueva cuenta insistían que me culpara y que yo firmara un papel y que si no iban a matarme.
Luego me descolgaron y me arrastraron quedando boca abajo con las manos hacia arriba, esposadas y extendidas, así como mis pies también esposados y todo el tiempo permanecí con el solo boxer. Fue en ese momento cuando sentí un fuerte golpe en los nudillos de la mano derecha que me acalambró todo el brazo quedando desmallado por el dolor del golpe.
Cuando desperté escuche ruidos de rejas de metal que se abrían y cerraban, música y voces diferentes. Desperté acostado en el piso y me di cuenta que estaba en una celda con estremecimiento de mucho dolor de todo mi cuerpo, con alta temperatura de escalo frio y calentura del cual se me sacudía aun sin saber si era de día o de noche la fecha y la hora del tiempo.
Por lo que de pronto escuche que alguien abría las rejas del lugar donde estaba, fue cuando sentí que así aun vendado de los ojos, esposado con manos por delante y los pies también atados, una persona me introducía sus manos bajos mis hombros y me arrastraron hacia un lugar muy silencioso. Y me sentaron en un silla y sentí que varias personas me sujetaban al mismo tiempo con la silla y otra persona me volvió a introducir una bolsa en la cabeza asfixiándome en repetidas ocasiones del cual me exigían que me culpara y que firmara y como siempre nunca supe de todo lo que me estaba pasando. Me resistía a morir, pensé y creí que me iba a morir. Como no le dije nada luego me levantaron y alguien de ellos me dio una patada en mis partes genitales afectándome un testículo derecho y que me hizo orinar al momento desmayándome al mismo instante.
En este mismo lugar permanecí no sé si por días o por horas sin tener comunicación de ninguno de mis familiares y de ninguna otra persona, siendo ahí mismo donde me pusieron unos papeles para que yo los firmara y ya sin fuerza y por el mismo miedo de que me mataran fue que firmé dichas hojas. Así también por la fuerzas me sostuvieron mis dedos y así estamparon mis huellas y repetidas veces mis firmas, aun todavía permaneciendo con los ojos vendados. Después de esto me llevaron a otro lugar donde me quitaron las vendas y fue como me di cuenta que estaba en una celda.
Desconociendo el tiempo transcurrido llegaron unos sujetos y me sacaron esposado de las manos de ese lugar sin vendas en los ojos, con la cara agachada y cubierta con una camisa sobre mi cabeza y aun en un boxer me subieron a un carro, del cual me llevaron a la cárcel del penal de Cerro Hueco. Y después de un papeleo me entregaron a la guardia de ese lugar donde me dijeron que estaba acusado del delito de Homicidio calificado, donde al año fui sentenciado por el de Homicidio en la causa penal 501/97 con 28 años de sentencia en el Juzgado 4ª del Ramo Penal y a 32 años en la causa penal del juzgado 3ª del Ramo Penal, por el delito de Homicidio. En estos mismos juicios mis pruebas ofrecidas no fueron valoradas por el Juzgador ,que solamente tuvo en cuenta mi confesión arrancada por medio de la tortura.
Por ser pobre no tuve un abogado particular para mi defensa, por lo cual aun siendo delitos graves el Juez resolvió de manera apresurada mi juicio.
Contrariamente en la causa penal – 396/1998, acumulado al 124/97 de Juzgado1ª del ramo penal por el delito de homicidio llevo 20 años en la etapa procesal. Sin que hasta el momento tenga sentencia en esta causa. Es sospechoso que los dos primeros expedientes el Juez haya declarado sentencia de manera tan rápida y aun me encuentre en proceso en la causa penal arriba referida.
La tortura y la fabricación de chivos expiatorios distinguieron las actuaciones del entonces procurador Jorge Enrique Hernández Aguilar y grupos policíacos que actuaban fuera de todo contexto de derecho, como son los con ese entonces Comandantes Rubén de Jesús Pérez Gallegos, alias el “Buky”, y Versai, Alias la bruja, quienes fueron dos de mis aprehensores y que actualmente se encuentran recluido en el estado de Oaxaca, por los delitos de secuestro y delincuencia organizada.
Así también he sido trasladado por demás de las veces de forma arbitraria 20 veces a diferentes centros penitenciarios, lo cual me deja en un estado de indefensión. Así también no se le ha dado seguimiento a mis diversos padecimientos de salud como lo he reportado oportunamente, destacando que la mayoría de los traslados se me ha obligado en áreas restringidas aun cuando a mi ingreso a la cárcel apenas había cumplido mis 18 años de edad.
Otra vez de estos 20 años privados de mi libertad se me han violado mis derechos constitucionales. Así como mis derechos humanos y a pesar de todo por iniciativa propia he asistido a la escuela y he aprendido diferentes oficios artesanales, como la elaboración de Hamacas , carpintería… etc – Etc.
Trabajando en mi readaptación y lograr mi reinsersión social, ya que el objetivo de la pena no es extinguirla en su totalidad sino lograr la readaptación del interno, y otra vez de 20 años privado de mi libertad me siento preparado para el regreso a casa con mis familiares, del cual he decidido luchar por toda la injusticia y el daño causado a mi persona física y psicológicamente. Voy a luchar y hoy comienza mi lucha hasta alcanzar la muerte, por demostrar mi inocencia y por toda la injusticia que la autoridades penitenciarias me han hecho en mi persona del cual estoy delicado de salud, riñones y padecimiento febriles, gastritis estomacal. Aun así con padecimiento de salud me han trasladado, como en esta ocasión lo hicieron del CERSS NO 14 el AMATE. Por eso responsabilizo también a Alexis Montular Hernández, Director del CERSS NO 8 DE Villaflores, Chiapas, de las violaciones que hizo en mi persona al trasladarme de dicho Centro y de lo que me pase. Así como en mi Salud, ya que yo me encontraba trabajando cuando fui trasladado en carpintería. En este mismo instante me declaro en Huelga de hambre, exigiendo mi libertad, costurándome la boca y Responsabilizo a Orlando Leyva Lovato, subsecretario de ejecución de sanciones penales y medidas de seguridad en el Estado de Chiapas, a Agenor Nucamendi Hernandez, Director del CERSS NO 14 EL AMATE, a los jefes de seguridad de ambas guardias en turno, Rogelio Hernández, Eriberto Cruz Cruz y Comandantes Gabino y Alfaro, de cualquier acto u omisión que atente en contra de mi integridad física y mal trato a mi persona.
Así como a cualquier tipo de comunicación al exterior (teléfono) y personas que puedan visitarme; pido justicia a todas las violaciones en mi persona y se les aplique el peso de la ley a responsables conforme al derecho por las faltas indebidas a sus funciones y abuso de autoridad a servidores públicos en mi caso de inicio a fin.
Suplico por amor a Dios autoridad relevantes Estatales, Nacionales e Internacionales arriba antes mencionados retomen mi caso.
José Osvaldo Delgado Castro
interno CERSS NO 14 EL AMATE
Modulo No 17 PREVENTIVO
CERSS NO 14 EL AMATE
CINTALAPA CHIAPAS A 26 DE MARZO DE 2018, SIENDO LAS 12:00 HRS.+6
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