martes, 24 de abril de 2012

Amenazas contra la albergue de migrante de Ixtepec, Oaxaca


 Amenazas Contra un Defensor de los Derechos de las personas mirgantes
El padre Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote mexicano, ha sido amenazado de muerte a causa de su trabajo de defensa de los derechos de las personas migrantes. Su vida sigue en peligro.

 

El 15 de abril, el padre Alejandro Solalinde, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano y director de un albergue para personas migrantes en el municipio de Ixtepec, estado de Oaxaca, recibió a un grupo de unos 1.500 migrantes que habían llegado a Ixtepec en un tren de mercancías. Cuando se dirigían caminando al albergue, dos hombres los interceptaron y empezaron a insultar a gritos a los migrantes. Cuando el padre Solalinde habló a los hombres para defender a los migrantes, los dos hombres empezaron a insultarlo y amenazaron con matarlo.

Unas dos semanas antes, el 31 de marzo, se encontró el cuerpo desmembrado de un joven junto a un bar en las cercanías de las vías del tren que atraviesan Ixtepec. Los miembros del Grupo de Rescate Urbano –grupo que informa sobre accidentes y otros sucesos en Ixtepec y que está relacionado con las autoridades 
municipales– trató de culpar públicamente del asesinato a los migrantes. El padre Solalinde dijo a la familia de la víctima que esa acusación era falsa. Mientras el sacerdote celebraba el funeral del asesinado, se le acercaron dos hombres, con la intención aparente de atacarle, pero unos familiares de la víctima se lo impidieron. Al día siguiente, un contacto informó al padre Solalinde de que se había contratado a un asesino para que lo matara.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado a las autoridades mexicanas que tomen medidas para proteger al padre Solalinde y a otros trabajadores del albergue, debido a actos previos de intimidación y acoso de los que han sido objeto a consecuencia de su trabajo de defensa de los derechos de las personas migrantes. Estas amenazas más recientes se han producido en el contexto del diálogo en curso entre el albergue y las autoridades municipales sobre la aplicación efectiva de las medidas de protección.

El padre Solalinde ha recibido numerosas amenazas por su condena pública del trato que reciben las personas migrantes a manos tanto de bandas delictivas como de funcionarios mexicanos. En una ocasión, las autoridades municipales le dijeron que, si no cerraba el albergue, se lo quemarían. En los últimos años, funcionarios locales e individuos a los que se cree vinculados con bandas delictivas han estado promoviendo protestas contra las personas migrantes y han fomentado ataques contra el albergue.

Centenares de miles de migrantes irregulares (personas que carecen de documentos oficiales de viaje) tratan cada año de atravesar México desde América Central y del Sur para llegar a Estados Unidos. Muchos son detenidos por las autoridades de inmigración mexicanas y devueltos a sus países de origen. Amnistía Internacional visitó recientemente México para investigar los informes sobre violaciones de derechos humanos contra estas personas. Durante su visita, descubrió que muchas habían sido secuestradas por bandas, en ocasiones con la complicidad de funcionarios locales. La impunidad por los abusos contra los migrantes, que se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, ha permitido que dichos abusos aumenten, pese a los compromisos del gobierno de garantizar el respeto por los derechos de los migrantes.


1 comentario:

  1. Estamos en solidaridad con el padre Alejandro Solalinde y Dios....aun MAS. #oscaromero

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