A las autoridades del Estado mexicano
A los medios de comunicación
A la sociedad civil
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A la sociedad civil
Uno de los ejes transversales de la atención integral a personas migrantes que damos en La 72, es la promoción y defensa de los derechos humanos, generando en muchas ocasiones el acompañamiento de los respectivos procesos migratorios. En los dos últimos años, hemos recibido una cantidad enorme de personas que vienen huyendo de la violencia generalizada que afecta a sus países de origen. Desde entonces decidimos iniciar procesos de orientación, acompañamiento y seguimiento a las personas solicitantes de refugio.
Los testimonios son desgarradores: jóvenes amenazados con quitarles la vida si no colaboran con las pandillas, o son parte de ellas; mujeres adolescentes que por no querer ser pareja del jefe de pandilla, han tenido que abandonar su vida cotidiana; amas de casa que huye desesperadas a nuestro país porque ya no soportan el flagelo de la extorsión; hombres maduros y ancianos sin ninguna garantía de trabajo, seguridad o esperanza de poder terminar su vida en paz; familias enteras que llegan a La 72 aun con el olor a la muerte tras haber perdido muy recientemente a uno, dos o más miembros de sus núcleos familiares; menores de edad que no han conocido nunca a sus padres; la gran diversidad de la comunidad LGBTI que viene huyendo de la discriminación y la homofobia; mujeres por demás golpeadas, agredidas, ultrajadas y violadas por sus propias parejas.
El universo de las personas que hoy se atreven a cruzar la frontera de Guatemala hacia México tiene un denominador común: ya no solo huyen de la economía de muerte, huyen por una violencia criminal ya institucionalizada en sus países de origen; huyen de la muerte. Por su parte México, gracias a su política migratoria y de asilo ha dejado de ser un hermano protector y acogedor de las personas solicitantes de refugio. En cambio, tanto para ellos como para las personas migrantes, el país se ha convertido en un infierno en todos los aspectos. A la sistemática violación a sus derechos humanos, debemos añadirle que los proceso migratorios y de solicitantes de refugio atraviesan por una estrategia mañosamente diseñada para rechazar a la mayoría.
ESTADÍSTICAS
Según datos de la COMAR, en el período entre el 01 de enero y el 30 de septiembre de 2014, únicamente el 16% de los solicitantes fueron reconocidos como refugiados, 247 personas de los 1525. De las 11,500 personas que recibimos en La 72 en 2014, acompañamos a más de 200 solicitantes de refugio, lo que representa aproximadamente un 13% del total global de solicitantes.
De las 5,500 personas recibidas en lo que va del 2015, el área de derechos humanos y gestión migratoria de La 72 ha acompañado a más de 140 solicitantes de refugio, incluyendo algunos grupos vulnerables como: 37 solicitantes de grupos familiares (10 casos), 10 menores no acompañados, 5 solicitantes de la comunidad LGBTI, 2 adultos mayores y 2 mujeres embarazadas. Sin embargo, nuestros registros nos indican datos alarmantes: más de 550 personas han llegado a La 72 huyendo de violencia y amenazas en su país, buscando proteger su vida e integridad personal. De las 20 resoluciones emitidas por la COMAR hasta el momento, únicamente 3 han reconocido la condición de refugiado. La principal razón para argumentar su negación a la condición de refugiado es que: “no se comprobó el temor fundado de persecución”.
PROPUESTAS Y EXIGENCIAS
• A los gobiernos de los países de origen. Es necesario sentar las bases para acabar con las causas estructurales que están expulsando a sus connacionales.
• Al Estado mexicano. Que recupere la política mexicana de protección a los solicitantes de asilo.
• Es indispensable que la COMAR, genere las estructuras necesarias para poder abrir una oficina de dicha dependencia en Tenosique, Tabasco, donde el flujo migratorio se acentúa y el número de solicitantes se ha disparado.
• A la CNDH. Que vigile, defienda y desencadene un respeto estricto a los derechos humanos de las personas solicitantes de refugio.
• Al Gobierno de Estado de Tabasco y del Municipio de Tenosique. Se hace ya impostergable crear una política migratoria local y una concientización entre los tabasqueños de su ser frontera y de su responsabilidad frente a las personas migrantes y solicitantes de refugio
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