DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
PARROQUIA DEL SANTO NIÑO DE ATOCHA
Comunicado parroquial por Covid-19 o Coronavirus
“Den gracias al Señor por su amor, por las maravillas a favor de los humanos,
clamaron al Señor en su angustia y los salvó de sus congojas.
Envió su palabra para sanarlos”
(Salmo 107,15;19-20ª).
SALUDO
A todas
las hermanas, a todos los hermanos del Pueblo Creyente en Dios, de
nuestra parroquia del Santo Niño de Atocha y a todas las personas de
buena voluntad, nosotras y nosotros las y los integrantes del Equipo
Parroquial de Agentes de Animación y Coordinación Pastoral, les
saludamos en estos días anteriores cercanos a la Semana Santa pidiendo a
Dios Madre-Padre, a Jesús de Nazaret, a su Santo Espíritu y a María de
Guadalupe nuestra Madre que nos acompañen en todas las situaciones de
la vida, particularmente ahora en la contingencia del Covid-19 o
Coronavirus, y nos ayuden desde la sencillez a ser fieles a las
inspiraciones del Espíritu Santo caminando juntas y juntas y en ayuda
solidaria.
LA SITUACIÓN EN ESTOS DIAS
Conviene
aprender de la experiencia de otros países para tomar las medidas
precautorias; la Conferencia de los Obispos Mexicanos (CEM), nuestro
obispo Rodrigo Aguilar y demás agentes de animación y coordinación
pastoral nos han recomendado mucho tomar las medidas de precaución, para
fortalecer la vida. Somos afortunados en cuanto a ser de los últimos
que nos va llegando este problema de salud, porque hemos tenido tiempo
para prever nuestras acciones en vista de lo que otros pueblos y países
han tenido que pasar.
Fases de la propagación del Coronavirus que se contemplan en México:
Según la información de la Secretaría de Salud, el brote del Covid-19 deberá
pasar por tres etapas para ser considerada epidemia en el país. Estas
son las tres etapas de propagación de coronavirus que está considerando
el Gobierno de México:
Fase 1: Importación de casos
Se
trata de una etapa con números reducidos de infectados que contrajeron
el virus fuera del país. No hay medidas estrictas de sanidad (como
cerrar fronteras o cancelar actividades normales) salvo las indicadas
para prevenir la propagación como reducir el contacto físico, lavarse
constantemente las manos, supervisión de casos detectados, divulgación
de información pertinente y estar atento a la comunicación oficial.
Fase 2: Transmisión comunitaria
Esta
etapa inicia cuando se empiezan a detectar contagios del virus entre
personas dentro del país y que no hayan tenido necesariamente contacto
con pacientes expuestos fuera de México. En este periodo de contagio
local suele aumentar rápidamente el número de casos registrados y se
toman medidas como suspensión de clases, cancelación de eventos masivos y
cese de actividades en espacios cerrados. México no ha llegado al punto
de inflexión, donde se pasa de una propagación lenta a una acelerada,
por lo que hoy es el momento para implantar nuevas medidas. Suele llegar
entre 40 y 50 días después de la detección del primer caso, en el caso
del Coronavirus Covid-19 implica: Jornada
Nacional de Sana Distancia; protección a adultos mayores por ser parte
de los grupos vulnerables; suspensión de clases; suspensión de eventos
con más de 100 personas; suspensión de actividades laborales que
impliquen movilización de trabajadores en todos los sectores; aplicación
del Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre (PLAN
DN-III-E) de la Secretaría de la Defensa Nacional de México.
Fase 3: Etapa epidemiológica
Esta
etapa se da cuando el virus afecta a miles de personas en varias
localidades. Por su urgencia, se ponen en marcha protocolos sanitarios
más drásticos como la cuarentena generalizada. Recuerda que si sospechas
un contagio de Covid-19, debes evitar que las personas afectadas tengan
más circulación por las poblaciones ya que el tiempo promedioque puede
durar el coronavirus en una persona es aproximadamente de dos semanas.
A todas y
a todos se nos está pidiendo: sana distancia; no contagiarse y no
contagiar; cuidarse y cuidar; amabilidad y limpieza; celebraciones
de cupo limitado de no más de 50 personas espaciadas de 1 metro entre
una y otra persona, para asegurarse de contar con la ventilación
adecuada. Escuchemos y razonemos las indicaciones de las autoridades en
la materia de salud, utilizando el sentido común.
PENSAR:
DESDE LA ESPERANZA
Hermanas y
hermanos así sale la voz de la Esperanza: este es tiempo de
solidaridad, este es tiempo de espíritu fuerte en la fe. La Iglesia no
se detiene, porque ahora con la pandemia se multiplica su actividad
porque en cada casa hay una Iglesia Domestica firme en su fe y más unida
familiarmente.
Reconocemos
la importancia de la coordinación entre las servidoras y los servidores
involucrados, con mecanismos que integran a todas las hermanas y a
todos los hermanos miembros de la Comunidad, para evitar desequilibrios
sociales, con la preocupación principal de contar con la solidaridad
corresponsable en beneficio de todas y de todos.
De nada
serviría que estuvieran todos los templos abiertos si nuestro corazón
está cerrado a Dios; y San Pablo dice: “Somos templos vivos del Espíritu
Santo” , ejerzamos pues ese ser templos vivos del Espíritu Santo; por
ello, el hecho de que por ahora no es conveniente las celebraciones
masivas, es una oportunidad para que se fortalezca la fe como Pueblo
desde la base que es la familia; y en nuestra Pastoral de Conjunto y de
Proceso nuestra práctica es que: ni individuo ni masas, solamente
“Comunidad” en común-unidad.
En vez de
querer ver las procesiones multitudinarias con la imagen de Jesús
Nazareno en andas en esta Semana Santa, tomemos conciencia, Jesús
Nazareno está presente vestido de blanco y azul en su uniforme de médico
o enfermera en los hospitales atendiendo a enfermos y familiares de
enfermos aturdido por la angustia ahí presente y también, puede él estar
enfermo; Jesús Nazareno está presente en los empleados del servicio
público de limpia que están en su trabajo de recolección de la basura en
cada esquina de nuestras calles y que pasan desapercibidos; Jesús
Nazareno está presente en los servidores del último nivel y en todas las
hermanas y en todos los hermanos que tienen su trabajo para ganarse el
pan de cada día en las calles polvorientas, calurosas y violentadas de
nuestros poblados.
Descubrimos
que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino solamente
juntos. Descubrimos la pertenencia común de hermanos de la que no
podemos evadirnos. “convertíos y volved a mí” (Jn 2,12) Dios nos llama a
tomar este tiempo de prueba como “un momento de elegir entre lo que es
necesario y lo que es superfluo”. La vida con la fuerza operante que da
el Espíritu de Dios nos da la capacidad de rescatar, valorar y mostrar
que nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes, para
que comprendamos que nadie se salva sólo y ahí experimentamos la
oración de Jesús “Que todos sean uno” (Jn 17,21). Vamos a demostrar
paciencia e infundir esperanza, sembrando readaptando rutinas,
levantando miradas e impulsando oración[2].
Tenemos
el reto de convertir en algo bueno lo que nos sucede y para hacerlo
posible Dios trae serenidad a nuestras tormentas porque con El la vida
nunca muere y nos interpela a despertar y activar la solidaridad y la
esperanza capaces de dar solidez, contención y sentido a nuestras
preocupaciones, Dios nos interpela a reencontrar la vida, a potenciar la
creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar, a animarse a
motivar espacios donde todas las personas nos sintamos convocadas y
convocados a permitir nuevas formas de hospitalidad, fraternidad,
sororidad y solidaridad, porque El fortalece y sostiene las medidas y
caminos que nos ayuden a cuidarnos y cuidar; Dios con su abrazo
consolador bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuelo a los
corazones.
Informemos sobre el Coronavirus
de manera sencilla y entendible a las comunidades, con un enfoque de
prevención y promoción de la salud. Esta nueva enfermedad nos está
trayendo lecciones de aprendizaje sobre la necesidad de una nueva era de
paz y armonía entre la humanidad, con la Madre Naturaleza, con el
Cosmos, nuestro entorno y con nuestro prójimo.
Cuidar y cuidarnos.
Cuidar
de las personas adultas mayores, de los niños, de enfermos crónicos de
cualquier edad y de mujeres embarazadas porque tienen menos defensas y
por ello pueden enfermarse más rápidamente. Es necesario tomar medidas
de prevención para evitar contagiar y contagiarse. Es necesario conocer
más variedades de plantas medicinales porque nos han ayudado y nos
seguirán ayudando si agradecemos por su poder curativo y les confiamos y
respetamos, porque nos regalan salud a nuestro espíritu y a nuestro
cuerpo. Para estar en paz con nosotros mismos, con la Madre Tierra y
para un mundo más justo, invoquemos, agradezcamos, pidamos por la salud y
la vida, todos los días al Creador y Formador Corazón del Cielo Corazón
de la Tierra, a toda la Madre Naturaleza porque somos parte de ella[3].
Avanzar hoy en el camino de la fe, la esperanza y la caridad,
en la Iglesia Universal, Latinoamericana y Diocesana, supone seguir
predicando la Palabra de Dios, en una situación donde la miseria se ha
hecho más grave[4].
Aprender a leer la realidad con los ojos de la fe para descubrir en
ella los “signos de los tiempos” (Lc 12,56) que nos hacen descubrir cómo
el Reino de Dios ya está en medio de nosotras y de nosotros (Lc 17,21).
Ser participativos, comunitarios y responsables de la comunidad, como
el Buen Pastor “que da la vida por sus ovejas” (Jn 10,11). Debemos estar
atentos para contrarrestar con astucia y sencillez lo que pueda dañar
nuestro trabajo pastoral. Es nuestra tarea: sostener el ánimo de
nuestras comunidades y cuidar que no desfallezcan en ellas el amor, la
paciencia y la fe, encontrando en la Palabra de Dios la fortaleza que
necesitamos. Queremos articular en nuestros corazones y en nuestras
comunidades el proyecto de vida que Jesús nos propone[5].
ACTUAR:
NUESTRA PRÁCTICA Y PROPUESTA PASTORAL
No se suspende toda actividad pastoral,
sino que, al no poderse hacer masivas las celebraciones, se
multiplicarán en muchas celebraciones de pequeño número de personas en
cada hogar de familia.
Este es
tiempo oportuno para que todas las servidoras y todos los servidores,
sobre todo las y los catequistas de comunidad ejerzan su ser y su
quehacer de “atender personalizadamente” a las personas en su hogar, y
sacar lo positivo de este aislamiento físico-social fortaleciendo la
base de la comunidad desde la familia en casa. Un cerco sanitario de
contención a la transmisión de la enfermedad es mantener en alto la
autoestima que para eso es fundamental la solidaridad emocional,
comunicativa y activa; porque las mejores capacidades las tenemos en el
corazón, para que las pongamos en acción en las distintas fases de
prevención, auxilio, cuidado y recuperación ante cualquier eventualidad,
en vez de ser indiferentes o presas del temor paralizante, porque la
sororidad y la fraternidad hacen la comunión familiar y social, ya que
la salud es lo más importante de toda la vida. ¿Qué tal si aprovechamos
estos días para que la Madre Tierra descanse y reiniciemos la sociedad
de una manera más ecológica y consciente?
Debemos
descansar, hacer ejercicio adecuadamente para estar física, emocional y
espiritualmente bien, para aprender nuevas formas de ser y de coexistir
escuchándonos, meditando, orando, bailando, cantando, compartiendo,
leyendo, jugando, tejiendo, bordando, dibujando, declamando, aconsejando
con mensaje desde el cariño, simpatía y demás expresiones artísticas de
esperanza, encontrándonos en nuestras sombras, comprendiéndonos y
empezando a pensar de manera diferente; reinventarse y cultivar la vida
familiar, tomar nuevas decisiones, soñar nuevas imágenes, crear nuevas
formas de vivir de ser personas solidarias, unidas, armonizadas para
salir de esta crisis y cuidar y respetar lo que nos queda de la Madre
Tierra.
La
inteligencia es más contagiosa que la enfermedad; todo en la vida tiene
su por qué y la respuesta la estamos viendo en estos días: más unión
familiar, más solidaridad, más entendimiento, más escucha a Dios.
Seremos otras personas si colaboramos a sanear nuestro planeta.
Sintonicemos juntos pensamientos positivos para vibrar en unión con toda
la humanidad, con la Madre Tierra y con todos los seres vivos. Toda
desgracia nos deja enseñanza; esta es oportunidad de reflexionar para
concretar lo reflexionado en algo nuevo y sano. Es tiempo de volver a
ser familia que se comunica, que vive la fuerza del Espíritu de Dios,
que come sanamente, que sana sus heridas y planea sus posibles
escenarios futuros. Porque mientras más difícil es la prueba más grande
será el resultado. Que esta experiencia la vivamos en serenidad, paz, y
mucho amor.
Todo lo
que está pasando son señales de un nuevo camino; y nuestra capacidad de
supervivencia la tenemos cuando somos positivos, solidarios y generosos.
¿Qué vamos hacer al estar en casa?
Vamos
hacer cosas útiles que fortalezcan el sentido de familia y de comunidad,
la colaboración, la higiene, el diálogo; hay personas que en casa
únicamente se dedican a ver novelas enajenantes o películas que deforman
emocionalmente a las personas y eso no da vida. Cuidemos que no se
deteriore la economía familiar; demos nuestra palabra y sepamos escuchar
el corazón de las demás personas para tejer la palabra que da vida
comunitaria.
Este mes
de distanciamiento físico-social está asociado con la inquietud de
reflexionar acerca de los motivos de la aparición del Coronavirus
pensemos ¿seremos después de que pase toda ésta situación de
incertidumbre más sensibles a la presencia de Dios en el día a día
nuestro y de nuestro prójimo? La clave es vivir este periodo desde
nuestro hogar, pero acompañados y acompañando, por la conexión de fe y
por la conexión de los medios de comunicación social.
Que
nuestro silencio sea amable para escucharnos y desintoxicar nuestra
mente y volver a la armonía para embellecer nuestro rostro y corazón.
¿Qué es el tiempo?, ¿En qué se nos va el tiempo? Este tiempo es
oportunidad para que aflore nuestra humanidad interconectada que somos
desde la creatividad, la ternura, el amor, las sanas palabras, las
bellas comunicaciones, la conciencia colectiva; para que entremos en el
camino de la esperanza, capaces de animar la vida de los demás, porque
todos los seres humanos formamos un sólo cuerpo entrelazados y, si una
persona se daña el resto se afecta, la sanidad se logra en comunidad
porque nadie se salva sola o sólo sino en comunidad, la solidaridad
tiene la última palabra desde redes de apoyo para enfrentar las
emergencias.
Si te cuidas tú, nos cuidamos todos.
Realizar
actos de interacción colectiva por medio de los medios de comunicación;
difundir palabras que armonicen la situación, que conecten, que impulsen
la vivencia de la unidad fortaleciendo el sentido de comunidad; los
lazos familiares y comunitarios capaces de generar colaboración;
manteniendo la voz de esperanza. Les invitamos a unirse en oración
porque es Dios mismo el que camina con nosotros desde la vida de Iglesia
Doméstica de casa que ora desde la intimidad de cada hogar y las niñas y
los niños, las y los jóvenes, las mujeres adultas y los hombres adultos
desde su hogar son Iglesia Doméstica.
Lo que como Iglesia Diocesana vamos realizando:
En la
parroquia de San Antonio de Padua, Simojovel de Allende: el viernes de
Dolores van a realizar una procesión con el Santísimo Sacramento junto
con las sagradas imágenes de Jesús crucificado y otras advocaciones,
María Madre de Dios en sus distintas advocaciones e imágenes de santos
patronos de las comunidades, para rogar a Dios su misericordia ante el
Coronavirus, también por los asesinatos, venta y consumo de drogas y
cantinas en ese pueblo; solamente caminarán los que van a cargar las
imágenes (ministros). El pueblo acompañará la procesión desde su casa
con una veladora encendida.
En San
Cristóbal el hermano obispo don Rodrigo Aguilar Martínez celebra diario
la Santa Misa sin presencia del pueblo y es transmitida por Radio
Tepeyac; los hermanos sacerdotes también diario celebran la Santa Misa
sin presencia del pueblo y muchas de ellas son transmitidas por
facebook. Pero dichas transmisiones suponen inversión del tiempo de
varias personas, en parroquias que cuentan con el equipo técnico
adecuado y con suficientes recursos materiales; en ese caso nuestra
parroquia al no contar con los recursos para hacer transmisiones y
habiendo necesidades de sobrevivencia más urgentes, como proveer de
despensas a tantas familias de escasos recursos económicos, no podemos
prometer transmitir frecuentemente, pero sí estamos en continua oración
pidiendo por el Pueblo de Dios y por toda la humanidad.
Sí es recomendable y necesario:
Celebración
de la Palabra en pequeñas comunidades, en la capilla de la
correspondiente Comunidad de Fe; con la recepción de la Sagrada
Comunión; reflexión de Viacrucis dentro del hogar en cada familia;
colocación de letreros de temas de higiene; pequeñas informaciones de
liturgia de acuerdo al día o tiempo litúrgico en que estamos; llamadas
telefónicas a los integrantes de nuestra Comunidad de Fe para saber cómo
están y en qué se puede apoyar en caso de necesidad; rezo del Rosario
dentro del hogar; reflexión bíblica dentro del hogar; oración por y con
el enfermo.
Manifestamos:
Manifestemos
nuestra inconformidad ante el alza de precios injustamente de la
canasta básica, en algunos comercios, afectando a los más pobres y
vulnerables de nuestro pueblo. Pedimos a PROFECO que como instancia y
órgano regulador de gobierno haga su trabajo y sancione a esos comercios
injustos. Y a todas nuestras hermanas y a todos nuestros hermanos les
pedimos en nombre de Dios, que no caigan en compras de pánico, ya que
sólo hacen que los poderosos multipliquen sus ganancias, vendiéndonos
hasta productos caducados. Como Pueblo Creyente y consciente sabemos que
estas maniobras son injustas, por ello, estemos pendientes que esta
instancia gubernamental haga su trabajo[6].
PROPONEMOS
Que los
días domingo a las 12:00 m y a las 6:00 pm y jueves a las 6:00 pm cada
familia dentro de su hogar haga una hora de oración utilizando como
símbolo de vida una vela, veladora o cirio encendido, como expresión de
Común-unión.
Reunida
la familia: enciende su vela o cirio; leer un pasaje del Evangelio;
hacer un momento de silencio para imaginarse ser parte de ese pasaje;
cada persona comparte su reflexión; hacer un momento de silencio
agradecido; hacer un canto de agradecimiento.
DIEZ CONSEJOS PARA SOPORTAR MEJOR ESTE PERIODO DE ESTAR EN CASA:
1. Mantener el cuerpo y la mente en la misma actividad.
2. Elaborarse
un horario de actividades como: ejercicios para el aparato
respiratorio, leer un buen libro, acomodar las cosas del ropero, asear
la casa-habitación; cocinar, investigar por internet.
3. Diversificar las actividades para no entrar en monotonía.
4. Hacer llamadas telefónicas a parientes y amigos para hacer presente el sentido de cercanía.
5. Hacer manualidades utilizables para ejercitar la creatividad e intercambiar en trueque.
6. Jugar juegos de mesa para recrear la agilidad mental y la convivencia.
7. Escribir un Diario de la Cuarentena; escribir letreros que expresen ideas y sentimientos terapéuticos.
8. Distribuirse
entre los miembros de la familia o Comunidad de Vida las tareas
domésticas estableciendo un programa de actividades con momentos comunes
y momentos de tiempo libre para cada persona.
9. Meditar unos 30 minutos para limpiar la mente, retener la imaginación, evitar la ansiedad y aliviar la tensión.
10. Actuar con paciencia como si el “estar en casa” va a durar mucho tiempo.[7]
OTRAS RECOMENDACIONES
Las
restricciones a la movilidad humana en la medida indispensable, como
este confinamiento en casa al que estamos invitados de manera
voluntaria, es para hacer conciencia que queremos tratar de frenar la
rápida expansión del Coronavirus, para mantener y hacer más saludable el
hogar, teniendo mucha paciencia, aprovechando el tiempo en nuestro
bienestar físico como dormir lo necesario, hacer deporte etc. Es sano
emplear nuestra energía: en la disciplina de no salir a la calle las
siguientes 4 semanas; ventilar correctamente la casa; organizarnos bien y
sacar tiempo para todo, con el afán de seguir aprendiendo más cosas;
abrir la ventana del dormitorio para conseguir que se renueve y
purifique el aire que respiramos, y generemos buen ánimo que ese mismo
volverá a nosotros.
Hagamos
jornadas de oración; perifoneos de audios para orientar a la población.
Nutramos nuestro cuerpo para fortalecer el ánimo de las demás personas.
Detengamos las tensiones con la alta autoestima. Que resurja en nuestro
corazón la fe, la esperanza y el amor. Estemos en paz con nosotros
mismos, con las demás personas y con la Madre Tierra. Invoquemos a Dios
para agradecerle todos los beneficios y pedirle la salud y la vida.
En el dispensario parroquial
Las
hermanas y los hermanos promotores de salud hacen labores de:
Fortalecimiento del sistema inmunológico. Limpieza- higiene personal y
del local y utensilios, concientizando sobre: Sana distancia, cupo
limitado de pacientes. Proporcionan a los pacientes un té antibiótico,
como borraja. Enseñan a la gente a elaborar cubrebocas. Elaboran de
letreros con mensajes de higiene.
CONCLUSIÓN
Todas las
hermanas y todos los hermanos estamos atentos al proceso de evolución
del Coronavirus; y deseamos que esta contingencia sanitaria nos ayude a
confirmar nuestra fe en la práctica del amor a Dios, al prójimo y a uno
mismo, sabedoras y sabedores que Dios está presente y nos habla en toda
situación. Y tengamos presente las palabras de Santa María de Guadalupe
que al quedarse en estas tierras nos dice: Oye y grávalo bien en tu
corazón hija mía, hijo mío: “No temas ésta enfermedad y ninguna otra
cosa o algo angustioso ¿acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿No
estás bajo mi sombra y cuidado?, ¿No soy tu fuente de vida?, ¿No estás
en el hueco de mi manto en donde cruzo mis brazos?, ¿Qué más te hace
falta? Que ya nada te haga sufrir ni te de amargura”.
Santa María de Guadalupe cuida nuestra fe y acompaña nuestra vida.
En Comunión de Oración y de Acción, afectuosamente:
Equipo parroquial de agentes de animación y coordinación pastoral de
La Parroquia del Santo Niño de Atocha. Frontera Comalapa, Chiapas. México.
1 de abril de 2020.
[1] www.gob.mx/salud/es/archivo/acciones_y_programas, página consultada el 29 de marzo de 2020.
[2] Homilía del Papa Francisco del 27 de marzo,2020.
[3] MANUAL-COVID19-ASECA (Asociación de Servicios Comunitarios de Salud); Para prevenir y tratar el Coronavirus desde la “Comunidad”.
[4] Carta Pastoral En Esta Hora de Gracia, Don Samuel Ruiz García. N 90. 6 de agosto de 1993.
[5] III Sínodo Diocesano de San Cristóbal de Las Casas, núms: 2.4, 81 c, h, 82,83 y 85.
[6]
Denuncia de las Comunidades Eclesiales de Base de la Diócesis de San
Cristóbal de Las Casas, ante PROFECO (PROcuraduría Federal del
Consumidor), Ocosingo, Chiapas, 20 de marzo de 2020.
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